Tan cerca y tan lejos

Las Palmas está más cerca de la salvación, pero no está salvado. El Betis está más cerca de la Europa League, pero no está clasificado. Solo así se entiende que ninguno de los dos equipos se marchasen satisfechos del Estadio de Gran Canaria.
Fue un partido de tú a tú. Las Palmas por fin se creyó que estaba en peligro y lo generó en la portería contraria, pero ya son 12 los encuentros consecutivos que lleva sin conocer la victoria. Eso sí, un empate ante el Cádiz certifica su presencia entre los mejores.
El Betis salió a ganar el partido y a certificar su presencia europea un año más. Con Isco, con Ayoze, dos de los hombres en mejor forma de todo el campeonato, pero con algunas rotaciones. No le importó al cuadro de Pellegrini, que buscó el gol desde el primer momento.
Se lo encontró con una mezcla de fortuna y acierto. El acierto de Abde a la hora de controlar el balón en línea de fondo sin que se le fuese y la fortuna de que el último pase fue a parar a la pierna de Mika Marmol y este a la portería de Valles.
Pese al mal momento que pasaba, pese al resultado en contra, esta vez Las Palmas sí supo encontrar el acierto que no tuvo otros días. Lo hizo con una jugada de pillo, llegando desde atrás Álex Suárez mientras salía toda la defensa del Betis. Rui Silva le pudo parar la primera, pero no la segunda.
La mala suerte se cebó con el Betis antes y después de ese 1-1. Guido Rodríguez primero e Isco después tuvieron que abandonar el partido con unos problemas físicos que le pueden dejar sin temporada... y sin torneos de selecciones.
Para Ayoze Pérez era un partido especial. Llegaba en racha, en su mejor momento desde que se puso la camiseta del Betis, y no defraudó en terreno rival. El tinerfeño puso, al poco de empezar la segunda mitad, el 1-2 con el que volvía a poner de los nervios al estadio y a toda Las Palmas.
Pero aprendió de nuevo. Pese a la falta de entendimiento entre la defensa y Valles, pese a un posible penalti por mano de Álex Suárez, el conjunto insular se repuso consciente de que la derrota le dejaba en una posición complicada para la salvación.
El gol de Moleiro, el que puso el 2-2, tiene la firma de Loiodice. El centrocampista supo esperar al momento justo para dar un pase que, si lo da un jugador de otro equipo, aparece en los telediarios día sí y día también.
Con el empate se desataron las hostilidades, especialmente en el añadido. Un Rodri fresco de piernas fue un dolor de cabeza para la defensa insular, pero no contaba el Betis con el desacierto de un Abde que perdonó hasta 2 ocasiones claras. Tampoco lo hacía un Las Palmas que, en la última jugada, pudo sellar la salvación. Se quedó Pejiño a unos centímetros del gol. Tan lejos y a la vez tan cerca.