Ejercicio de supervivencia

Heroicidad en Las Palmas. Así es como se puede calificar lo que ha hecho el Celta en el feudo de Gran Canaria. El conjunto de Claudio Giráldez, que fue mucho mejor que el cuadro amarillo, consiguió amarrar una victoria muy trabajada porque se quedó con 9 jugadores al poco de empezar el segundo acto.
Ilaix Moriba y Aspas, en cuestión de 2 minutos, acabaron en las duchas y eso complicó la vida a los celestes. Por su parte, el cuadro 'pío-pío', necesitado por ganar, desaprovechó la oportunidad para darle la vuelta al encuentro y naufragó en la orilla. Estocada final para Carrión, que prácticamente tiene pie y medio fuera porque el equipo sigue colista y sin vencer.
Ya desde el inicio, el Celta se mostró predispuesto a quitarle la posesión a Las Palmas. El equipo de Claudio Giráldez asumió el rol principal en Gran Canaria y dejó a su rival algo desorientado. Pese a ello, los dos primeros avisos fueron de los amarillos. Essugo robó un balón en el centro del campo y salió disparado hacia el área contraria, donde el luso se encontró con Guaita. El siguiente fue Fábio Silva, cuyo remate cruzado lo rechazó el guardameta.
A pesar de contar con dos opciones, el conjunto 'pío-pío' se vio obligado a tener que ceder terreno a los celestes. El cuadro gallego cogió el mando definitivo del partido e incomodó al equipo de Carrión, que sufrió muchísimo sin y también con balón por la presión visitante.
Fruto de esa superioridad del Celta llegó el momentáneo gol de los de Claudio Giráldez. A los 17 minutos, Mingueza le puso una pelota con música a Borja Iglesias, que estrelló su remate en el palo. La acción continuó y Swedberg metió la pierna para marcar a puerta vacía. Había muchas dudas por la posición del 'Panda' y el árbitro, a instancias del VAR, invalidó el tanto por fuera de juego del ariete.
Pese a ello, el conjunto celeste siguió con su plan y dejó bien clarito que el gol estaba al caer. Dicho y hecho. Ya en el 28', Mingueza volvió a poner otro balón perfecto en el área y Borja Iglesias aprovechó la pasividad defensiva para meter la punta de la bota y hacer el 0-1. Jarro de agua fría en la parroquia local, que casi se marchó al descanso con el segundo de no ser por la puntería del de Santiago de Compostela.
Tras la reanudación, Las Palmas trató de llevar la responsabilidad del encuentro para intentar empatar. El cuadro de Luis Carrión se dejó ver por el área de Guaita, pero los acercamientos no eran del todo peligrosos. Y en uno de ellos, Ilaix Moriba se picó con Mcburnie al igual que Swedberg con Álex Suárez. La tensión ya era más que evidente y estas acciones fueron el preludio de lo que iba a ocurrir a continuación.
En cuestión de 2 minutos (entre el 54' y el 56'), el Celta pasó de tener 11 jugadores a 9. Ilaix Moriba, en 2' de reloj, vio la amarilla por una patada a Essugo y otra por una entrada más que discutible sobre Javi Muñoz. La expulsión del mediocentro encendió mucho a Iago Aspas, que fue amonestado.
La cosa no terminó ahí para el de Moaña. Tras una amarilla a Mingueza, el delantero expresó su enfado y eso le costó el camino de las duchas. Enorme cabreo del gallego, que incluso pidió a sus compañeros que se fuesen del campo. Al equipo celeste le quedaba por delante más de media hora para firmar una proeza que acabó consiguiendo.
Carrión, consciente de que tenía que aprovecharse de la circunstancia, movió su banquillo en busca de una reacción que nunca llegó. Las Palmas no le hizo ni cosquillas a los de Giráldez, que incluso se dejaron ver por el área de Horkas tras una gran jugada de Douvikas.
Ya en los instantes finales, Guaita sostuvo a su equipo con una gran parada a Campaña y otra a Moleiro. La acción más peligrosa de los amarillos fue de Jaime Mata, que metió el miedo en el cuerpo de los corazones celtarras con un cabezazo directo a la madera.
Triunfazo de los gallegos, que ascendieron a la 9ª posición con 13 puntos. Por su parte, los 'pío-pío' seguirán una jornada más en la última posición y sin ganar.