El Mallorca se llevó tres puntos de oro de su visita a Gran Canaria en un partido de auténticos locos. Tras una primera parte soporífera, los baleares dejaron visto para sentencia el choque con un 0-2 en el primer cuarto de hora del segundo tiempo. Las Palmas, en cuatro minutos mágicos, reaccionó para equilibrar la balanza con el 2-2 y, finalmente, en una decisión arbitral (con VAR incluido) rocambolesca e histórica, el cuadro balear se hizo con el triunfo tras un libre indirecto que Mojica aprovechó para anotar el 2-3 final. Un partido que parecía tener muy poca historia al principio y que dará para llenar páginas mañana.
Con su afición empujando y en buena dinámica desde la llegada de Diego Martínez, la UD Las Palmas arrancó mejor el partido, pero el ritmo y la dinámica del encuentro era lenta y pastosa. De hecho, el mejor acercamiento durante los primeros 20 minutos de partido fue para el Mallorca, con un cabezazo alto de Vedat Muriqi en el corazón del área.
Pese a ello, la mayor voluntad de los canarios inclinaba el campo a su favor. En una acción eléctrica cerca de la media hora de partido, Fábio Silva tenía en sus botas el que sería el aviso más claro de la primera parte. Por la zona derecha del área, el portugués se hizo hueco para conectar un derechazo cruzado que se topó con la madera de la portería de Greif.
La acción dio lugar a los minutos de más agobio para un Mallorca que trató de que el partido recuperase ese ritmo lento que tanto le convenía. Lo consiguió el cuadro de Jagoba Arrasate, que le puso cloroformo a un duelo que se marchó sin goles al descanso.
Golpes baleares tras el paso por los vestuarios
Con 0-0 en el marcador, no se esperaba un cambio de guion demasiado radical. Sin embargo, todo el plan de partido saltó por los aires cuando a los pocos segundos de la reanudación, una jugada por la derecha de Morey terminaba con Dani Rodríguez ajusticiando a placer a Cillessen para colocar el 0-1 en el marcador.
El tanto balear dejó noqueada a la UD Las Palmas. No hubo reacción canaria y fue el cuadro balear quien, con ventaja en el marcador, comenzó a amasar el balón ante la inacción de los pupilos de Diego Martínez. El Mallorca olió sangre y, con mucho colmillo, lo aprovechó a lo grande, pues en el minuto 56 sería Robert Navarro, absolutamente solo en el corazón del área, quien pondría el 0-2 tras un centro de Mojica.
Diego Martínez, tras el segundo golpe y después de que el propio Robert Navarro tuviera en sus pies el 0-3, quemó sus naves con un triple cambio en el 61' en el que dio entrada a Moleiro, Javi Muñoz y Benito. El técnico buscaba una reacción que, sin embargo, no terminaba de llegar, pues el Mallorca controlaba los tiempos del partido y Greif no tenía prácticamente trabajo.
Reacción canaria y un final de locura con un VAR surrealista
Con los minutos cayendo y el Mallorca de lo más cómodo, la sensación era que el 0-3 estaba mucho más cerca que el 1-2. Muriqi tuvo en sus botas la goleada, pero erró desde el corazón del área. El fútbol, caprichoso, quiso que este fallo fuese la chispa que necesitaba la UD Las Palmas para reengancharse al encuentro.
Y es que en la siguiente acción, Essugo se animó desde fuera del área a conectar un derechazo. El disparo del joven jugador luso rozó en un jugador del Mallorca y el esférico terminó por entrar en la meta del Mallorca con casi 15 minutos por delante. Un tanto que desató la locura en el Estadio de Gran Canaria y metió el miedo al Mallorca.
Los baleares dieron un paso atrás y la UD Las Palmas, lanzada, encontró un penalti tras una torpeza de Muriqi poco después del 1-2. Fábio Silva asumió la responsabilidad y puso el 2-2 en el marcador. La locura se desató en las gradas, aunque fue una anécdota en comparación a lo que estaba por venir.
Con 2-2 en el marcador, en el minuto 85, Muriqi y Copete estuvieron cerca de marcar el 2-3 en un saque de esquina. La acción terminó en un contragolpe de Las Palmas que casi convierte Sandro. Sin embargo, sin saberse muy bien el motivo, el colegiado Alejandro Muñiz Ruiz fue al monitor del VAR a revisar una acción en el mencionado córner.
Las imágenes mostraron una peineta del delantero kosovar a Jaime Mata, que un par de segundos antes había celebrado en su cara el fallo del jugador del Mallorca. El colegiado, tras revisar la acción y en una de las decisiones más raras de la historia LaLiga desde que se implantó el uso de la tecnología, expulsó por su gesto al de Kosovo, amonestó a Mata y señaló libre indirecto a favor del Mallorca, pues entendió que todo se desarrolló por la desconsideración del jugador de Las Palmas.
Los jugadores de ambos equipos no daban crédito. Primero los del Mallorca por la roja y después los de Las Palmas por un libre indirecto que, caprichos del fútbol nuevamente, terminó en el fondo de la red por cortesía de Mojica, que anotaba un 2-3 que dará que hablar a lo largo de las próximas semanas después de que los baleares, con uno menos, aguantasen el arreón final de los canarios durante unos eternos 10 minutos de añadido.