No hay quien logre enamorarse de este Bayern. El conjunto de Tuchel está atravesando un momento complicado tras su caída hace unos días en Leverkusen. El intratable equipo de Xabi Alonso ya le enseñó cuál era su realidad y ahora ha sido la Lazio, el 8º de la Serie A, el que ha agravado todavía más si cabe la herida de los bávaros.
Si ya de por sí estaba tocado Tuchel por la derrota, ahora lo estará más todavía y más con el rumor de que Mourinho está por ahí esperando la llamada de los de Baviera. Qué lejos queda ese temible club que destrozaba a los rivales, como en la época de Heynckes o Flick.
Muy preocupante que un equipo de este calibre sea capaz de desenamorar a sus propios aficionados mostrando una evidente decadencia y más si cabe tras no tirar ni un solo tiro entre los tres palos (1 en Leverkusen). La Lazio tampoco es que esté para tirar cohetes, pero su solidez defensiva le dio mucho para que luego Immobile rematase la faena desde el punto de penalti. Una acción imperdonable para Upamecano, que se perderá la vuelta tras pisar a Isaksen y provocar esa pena máxima. La mala imagen está ahí y en la vuelta le tocará al Bayern arreglar este estropicio.
Muy solidaria la Lazio, el Bayern domina
Lo más lógico era que el Bayern llevase la batuta del partido y así lo hizo desde el pitido inicial. De hecho, Kimmich ya avisó de las intenciones bávaras a los 2' tras remachar un centro de Sané que se marchó cerca del poste izquierdo. El siguiente turno fue para Kane, que aprovechó una dejada forzada de Müller para buscar portería, pero se le fue muy arriba.
Conforme pasaron los minutos, la Lazio, muy solidaria en las ayudas, se animó y hubo un tramo de encuentro en el que los de Tuchel no se asomaron por el área de Provedel. La mejor ocasión de los 'biancocelesti' en el primer tiempo la protagonizó Luis Alberto, que se sacó un chutazo desde su casa que rozó la escuadra izquierda.
Tras ese aviso local, el Bayern intentó incrementar su ritmo de juego y estuvo muy cerca de anotar en dos oportunidades. La primera fue de Sané en un golpeo de falta que no entró porque el balón no quiso -el portero acompañó el cuero con la mirada- y la segunda, de un Musiala que pudo haber firmado una auténtica maravilla por la acción combinativa bávara.
Upamecano buscó a Sané y el internacional alemán tiró un taconazo para Goretzka, que buscó a Müller. El veterano cedió con la derecha al propio Leon y este para Musiala que, tras controlar con la derecha, remató con la izquierda y se le fue muy arriba.
Immobile desata el amor
Tras la reanudación, la Lazio se mostró más agresiva en los primeros minutos e Isaksen coqueteó con el 1-0 ante Neuer, pero el portero le adivinó las intenciones. Ese susto parecía que algo se había despertado en el interior del Bayern, pero fue un mero espejismo. Los bávaros empezaron a tener más la pelota y lo más reseñable fue un centro al primer palo al que Musiala no llegó por poco.
No había ningún peligro claro y hasta Kane, que siempre intenta no fallar a su cita con el gol, se desesperaba porque no era capaz de anotar. El inglés no tuvo ninguna significativa y sus remates se fueron la mayoría por encima de la portería. La Lazio continuó dando cátedra de solidez defensiva hasta que supo aprovechar un error de Upamecano.
Contra peligrosa de la Lazio, Immobile se llevó la pelota a trancas y barrancas y buscó a Isaksen, que recibió un pisotón durísimo del defensor francés. El árbitro le enseñó la roja directa y le generó un problemón a su equipo, ya que iba a tener que lidiar con un jugador menos durante más de 20 minutos. Immobile tomó la responsabilidad y engañó completamente a Neuer, que se venció a su derecha. El capitán desató el amor en la grada tras dar el primer zarpazo a los de Baviera.
Ese golpe pareció despertar durante unos instantes a los bávaros y a Tuchel, que hizo movimientos en su banquillo para levantar esto. Sin embargo, las llegadas no eran para nada peligrosas. De hecho, lo que estuvo más cerca fue el 2-0 que el 1-1. Felipe Anderson tardó demasiado en disparar ya solo ante Neuer y poco después fue Pedro el que probó al portero sin éxito.
Al Bayern le tocará reaccionar en el Allianz Arena si no quiere verse fuera de la Champions a las primeras de cambio. Tuchel, al que todos los focos apuntan, se jugará su puesto.