Raba mata el dato, pero cree en el relato

Si hay algún afortunado en este país que ha conseguido acertar la quiniela de esta jornada, seguramente quedarán pocos días para que empiecen sus vacaciones por Punta Cana. Este Leganés-Osasuna era la última bala para ver un triunfo local esta semana en Primera División. Y más con las sorpresas en los duelos de Barcelona y Real Madrid. Igualó el récord de victorias visitantes (7) y se quedó a una del récord en solitario. Más allá de boletos y porras, el cuadro 'pepinero' necesitaba matar el dato para no perder comba respecto a la permanencia, más después del triunfo del Alavés. No lo logró, pero puede saborear el punto tal y como se dio el partido.
Es cierto que tardaron en llegar las ocasiones claras de gol. El partido empezó tímido, con algún disparo de fuera del área. Tapia lo intentó con un chut potente, pero no bastó para sorprender a Sergio Herrera. La más clara de ese primer tramo fue para Ante Budimir, que pudo hacer varias dianas. En esta, solo debía empujar la pelota que le había dejado a placer Moncayola, pero el croata tardó en colocar la bota, se durmió y le comieron la tostada. No se lo podía creer el balcánico. Osasuna volvió a dar el susto con el tanto anulado a Torró tras pase de Rubén García, que venía de fuera de juego.
Cuando el Lega parecía aceptar el descanso, los 'pepineros' tuvieron la más clara para sus intereses en un centro lateral que a punto estuvo de convertir Sergio González, que se encontró con la intervención, siempre atento, de Sergio Herrera. Tras el paso por los vestuarios, Osasuna comenzó a mejorar a pasos agigantados. Se plantó en campo rival y dominó en esos compases iniciales... hasta encontrar el premio. De nuevo, a balón parado. Catena peinó al primer palo un córner y al segundo atacó Herrando para hacer el 0-1 de los visitantes en esos primeros minutos de la segunda parte.
Con la ventaja 'rojilla' se desvaneció el Lega, que necesitó de los silbidos de Butarque para volver a activarse. También con los cambios, muy ofensivos, de Borja Jiménez en la recta final. Rosier avisó con un primer disparo, Budimir tuvo el 0-2 después de un error infantil de Tapia que salvó Dmitrovic y Cissé, que cazó una pelota suelta en la frontal del área, lo probó de lejos. Pero el empate llegaría desde los once metros. Un balón colgado al segundo poste despistó a Bretones, que perdió de vista la pelota y pecó al agarrar a Sergio González en el área. García Verdura lo vio, señaló la pena máxima y dejó a Dani Raba con la oportunidad de devolver el empate al marcador. Y así fue: disparo potente que pegó en el larguero y se coló para bautizar el 1-1.
A partir de ahí, la inyección moral del Leganés hizo crecer al cuadro 'pepinero', que fue mejor en los minutos finales. Osasuna aculó, Butarque apretó, pero fue más sensación que algo tangible. No tuvo más el Lega para tratar de meter miedo de una posible victoria que hubiese fastidiado la noche de los que seguían pendientes de la jornada por ver si se cerraba sin victorias locales. Y así es, siete triunfos visitantes y tres empates, uno de ellos en Butarque. Un octavo hubiese batido un récord histórico que, por ahora, tendrá que esperar. De momento, el reparto de puntos mantiene al Leganés en descenso con 28, a dos del Alavés, el primero fuera de la quema, y lleva a Osasuna hasta los 35.