Butarque se engalanó para recibir la primera de las tres batallas que tenía por delante el Leganés hasta final de curso, esta contra un Sporting al que no le faltó tampoco el apoyo de los suyos en la grada. El resultado fue un gran ambiente, acorde a la importancia de los tres puntos en juego, y una victoria que acerca al anfitrión al ascenso directo.
Empezó el choque sin demasiado ritmo, solo el que ponía con su desborde Haissem Hassan. Eso permitió que el cuadro visitante diera más sensación de peligro, aunque, al final, el gol que rompió la igualdad lo anotó el Lega al poco de sobrepasarse el primer cuarto de hora.
La jugada nació en un centro de Enric Franquesa desde la izquierda mal despejado por Rubén Yáñez hacia los pies de Jorge Miramón, cuyo tiro posterior tropezó en la pierna de Rober Pier. Quedó entonces la pelota suspendida en el aire y apareció Miguel de la Fuente para, de cabeza y en escorzo, adelantar a los suyos.
Pudo ampliar la renta el equipo de casa tras una acción individual de Naïs Djouahra, que obligó a intervenir a Yáñez para desviar su potente golpeo. Y también igualar el bando asturiano, pero el disparo raso de Hassan, tras romper a la zaga, pasó cerca del poste.
A partir de ahí bajaron las revoluciones hasta que repicaron de nuevo al cierre de la primera parte; con un gol anulado a Carlos Izquierdoz por un muy ajustado fuera de juego posterior a un saque de esquina, y un par de acciones de aparatoso contacto físico que no fueron a mayores.
Del descanso volvió el conjunto de casa más intenso, aunque eso no evitó que recibiera el tanto del empate cuando Guille Rosas capturó un esférico sin dueño al borde del área y sacó un tiro preciso a la base del palo, tras finta, ante el que nada puedo hacer el arquero.
La diana no provocó que los blanquiazules decayeran, más bien al contrario. Sin escatimar en los esfuerzos ofensivos Diego García y Julián Chicco lo intentaron primero con sendos impactos que se marcharon fuera y más tarde Enric Franquesa trazó desde el sector izquierdo una jugada 'maradoniana' a la que no pudo poner el broche en el mano a mano ante Yáñez.
La voluntad estaba y con ella, y la persistencia, acabó llegando el gol. Lo marcó Seydouba Cissé, con un tiro raso desde la media luna a pase de Francisco Portillo. Se emocionó el centrocampista, canterano del equipo, y también una grada que a partir de ese momento se volcó el arropar al equipo hasta el final.
Lo hará también a buen seguro en Ferrol y cuando el Elche visite Butarque la última jornada, los dos enfrentamientos que le quedan por delante a los hombres de Borja Jiménez en busca de un ascenso que, tras esta victoria, está un poco más cerca.