Este Madrid sigue sin levantar el pie del acelerador en la Champions. El conjunto blanco, que tenía más que encarrilada la primera plaza, certificó su liderato en la fase de grupos de la Champions con su 5ª victoria en 5 jornadas. Al equipo de Ancelotti le bastaba con un empate, pero los blancos hicieron sus deberes con buena letra pese a que el Nápoles le complicó hasta el final.
Los acontecimientos que tuvieron lugar en el Santiago Bernabéu fueron un calco de lo que sucedió en el primer envite en el Diego Armando Maradona. Los 'partenopeos' se adelantaron y los blancos le dieron la vuelta, pero los italianos empataron y el Madrid se encargó de finiquitar la contienda ya bien avanzada la segunda mitad.
Jude Bellingham volvió a ser protagonista. El inglés marcó un golazo como si fuese un '9', sufrió una torcedura de tobillo que encogió el corazón del madridismo y se disfrazó de asistente para Joselu, que por fin pudo desquitarse de todas las ocasiones desperdiciadas en los últimos partidos. Y también hubo tiempo para ver el bautismo de Nico Paz, que anotó su primer gol en Champions en su debut en la competición, y los problemas del Nápoles, que tendrá que jugarse a cara de perro el pase a octavos contra el Braga.
Acción, reacción
El Madrid, consciente de que podía dejar definido su liderato, salió al terreno de juego en 'modo dominador' y con una presión alta e intensa cuando no tenía el balón. El Nápoles, con las líneas muy juntas, empezó a sufrir en los primeros instantes y se las vio y deseó para poder iniciar una acción de ataque que acabase en campo contrario. Pese a ello, los 'partenopeos' fueron capaces de desmontar el plan de su rival a los 9 minutos.
En la primera llegada con peligro de los de Mazzarri, 'Kvara', que puso en aprietos a Carvajal, encontró un resquicio en la defensa 'merengue' y metió la pelota al segundo palo, viendo que Di Lorenzo le había ganado la espalda a Bellingham. El italiano llegó y se la dejó franca a Gio Simeone, que marcó prácticamente a un metro de la línea de gol. Lunin recordó a Casillas e hizo una enorme parada a bocajarro, pero el colegiado indicó el círculo central porque el reloj le había sonado.
El Nápoles metió en un aprieto al Madrid, pero los de Ancelotti se rehicieron en cuestión de 2 minutos. Rodrygo, que está ahora mismo en su 'prime', recibió de Brahim, que hizo una conducción prodigiosa hasta la frontal. El brasileño se abrió un hueco y no tuvo otra cosa que hacer que colocar la pelota en la escuadra izquierda. Meret, de vuelta a la portería, no quiso perderse semejante golpeo y siguió el cuero con la mirada. Otra vez, el ex de Santos apareció cuando más le necesitaba su equipo.
La respuesta del conjunto blanco fue rápida y ese tanto le dio alas para buscar el segundo. Tras un nuevo intento de Rodrygo, Bellingham acaparó los focos como viene siendo habitual. El británico volvió a presentarse en su cita con el gol tras aprovechar un servicio extraordinario de Alaba. El austriaco vio con el rabillo del ojo el desmarque de su compañero que, con un salto impontente, cruzó al otro palo de Meret para anotar el 2-1 y su gol número 15 de la temporada en 16 partidos.
Es un sinsentido lo de Jude, que en solo 3 meses ya ha superado las 14 dianas que anotó el curso pasado en el Borussia Dortmund. Por si fuera poco, el '5' ha vuelto a marcar otro récord en el Madrid, ya que se ha convertido en el primer jugador del club que anota en sus 4 primeros partidos de Champions.
La historia del Diego Armando Maradona se volvió a repetir: el Nápoles se adelantó, pero el Madrid le dio la vuelta con un gol del inglés (1-2). El equipo de Ancelotti se tranquilizó tras ponerse por delante en el marcador y mantuvo el orden ante los 'partenopeos', que sufrieron muchos robos.
Todo estaba marchando sobre ruedas, pero al madridismo se le encogió el corazón cuando Bellingham estaba en el suelo. Jude se torció el tobillo izquierdo y las alarmas se encendieron en el Bernabéu, pero rápidamente se apagaron cuando el británico volvió a salir al campo para terminar la primera parte.
Bautismo y perdón
Había muchos ojos puestos en Bellingham, ya que cabía la posiblidad de que Ancelotti quisiera cubrirse las espaldas y evitar una lesión más en un equipo que está ya de por sí mermado con 8 bajas. Para sorpresa de muchos, el '5' volvió a pisar el césped pese a que Joselu intensificó su calentamiento en los instantes previos al inicio del segundo tiempo. Finalmente, el español se quedó en el banquillo y el que sí entró fue Osimhen.
Mazzarri sabía que tenía que ir a por todas y metió al nigeriano, que finalmente no tuvo trascendencia en la contienda. De hecho, el ariete vio cómo Anguissa aprovechó la pasividad defensiva del Madrid para empatar el partido. El camerunés recibió un balón filtrado a la espalda de Mendy, la pelota rebotó en Ceballos y el mediocentro enganchó una volea imposible para Lunin. 2-2 y vuelta a empezar.
A partir de ese momento, los 'partenopeos' dieron un pasito más hacia adelante y los blancos estuvieron más imprecisos que nunca. Valverde tuvo que subsanar un error de Ceballos en el centro del campo y dejó con la miel en los labios a Osimhen, que poco después vio cómo le anularon un gol por un claro fuera de juego.
El cabreo de Rüdiger era notorio y parece que eso terminó por despertar la zaga blanca, ya que no hubo más facilidades defensivas. Mientras tanto, Joselu, que entró por Ceballos, seguía en 'modo fallón' cuando tenía alguna ocasión en ataque. El delantero no aprovechó un rechace de Meret a disparo de Bellingham y dejó escapar un balón en boca de gol que tocó en su rodilla y se fue arriba.
El '14' volvió a tener el día cruzado, pero su suerte cambió ya en la recta final. Antes de ese momento, Nico Paz, en su puesta de largo en Champions, no pudo tener una mejor carta de presentación que con un gol desde fuera del área tras un recorte previo a Cajuste. El argentino trajo la paz al Bernabéu y allanó el camino para que, ya en el añadido, Bellingham filtrase un balón al segundo palo que remachó a la red Joselu. Sí, el de Stuttgart se quitó un peso de encima y pidió perdón a su afición por errar tantas ocasiones. Lo intentó, se equivocó, se levantó, lo volvió a intentar y marcó.