El VAR le salva la tarde a Muriqi

Quintero González, vas a quedar señalado por esto. Los colegiados mandan por encima de todo y sus órdenes van a misa, pero -a veces y en ocasiones como ésta- algunas decisiones no hay quien las entienda. La realidad que se vio en Son Moix y benefició al Mallorca es que el VAR le salva la tarde y la reputación a Vedat Muriqi. El Espanyol soñó con la victoria con el 0-1 obrado por el delantero kosovar en propia meta. Sin embargo, Takuma Asano siguió de moda con el tanto del empate y el hombre de la coleta anotó el 2-1 con un penalti que se repitió por presunta invasión en el área.
Joan García continuó en su afán de soltar argumentos bajo palos para cambiar el parecer de Luis de la Fuente, aunque habrá que esperar para ello. Al '7' le sacó una mano prodigiosa en el disparo de los 11 metros que pudo ser el 1-1. Y Leandro Cabrera cometió una infracción sobre Abdón Prats. La suficiente como para regresar al punto fatídico. El '1' volvió a obrar el enésimo milagro de la temporada, pero la euforia se convirtió en incredulidad. Desde arriba ordenaron la repetición del golpeo y, esta vez, el de la coleta no falló. Ahora sí: Europa está a la vista del equipo de Jagoba Arrasate.
Con los primeros minutos de tanteo en el recuerdo, el paso de la arena por el reloj animó el ímpetu de los locales en su camino hacia el sueño de disputar competición continental la próxima temporada. Sin embargo, Edu Expósito abrió el telón de las ocasiones de peligro con un latigazo de zurda dentro del área que se marchó por encima del larguero de Dominik Greif. A partir de aquí, los 'diablos' dieron un paso al frente con Manu Morlanes como principal responsable de esas situaciones de juego que culminaron en avisos sobre el marco de Joan García, sinónimo de fiabilidad sin grietas.
Los de Jagoba Arrasate se quedaron tan cerca y tan lejos del 1-0 que la clara tendencia en ataque no se tradujo en la apertura de la lata. Dani Rodríguez cabeceó un centro lateral de Pablo Maffeo que acabó en los guantes del portero que, finalmente, no está entre los afortunados de Luis de la Fuente con la Selección Española. Acción seguida, una transición superlativa significó un balón raso de Samú Costa que remató Takuma Asano hacia el primer palo. Acarició la base de la madera y se estampó en la valla publicitaria. Son Moix empezó a creer en el 1-0, pero dicha fe perdió fuerza.
En el tramo final de la primera mitad, lo más reseñable fue que Quintero González no vio penalti a favor del Mallorca con la disputa de Jofre Carreras con Vedat Muriqi dentro del área. Desde el VAR coincidieron con el criterio del colegiado y se rezó en el ambiente eso que dice "¡nada, sigan!". Urko González desvió un disparo de Dani Rodríguez y poco más. El plan de Manolo González no carburó más allá de la medular y tal fue el factor soporífero del encuentro que el 'trencilla' ni esperó al minuto 45 para señalar el camino hacia el túnel de vestuarios con el resultado gafas en el marcador.
En la reanudación, ninguno de los técnicos estimaron oportuno agitar sus zonas técnicas. Jagoba Arrasate tuvo la firme certeza de que sobre el verde tenía a sus mejores argumentos para lanzarse en busca de los 40 puntos. Tesitura a la inversa en el bando 'perico', que quería remar con más fuerza para ganar terreno en la carrera por la permanencia en Primera División. Nada más arrancar, Sergi Darder no localizó a Vedat Muriqi en una falta lejana que atrapó sin dificultades Joan García. Esa era la dirección que debía tomar el cuadro balear ante los aficionados presentes en templo sagrado.
En una acción aislada, a Vedat Muriqi se le vino el mundo encima. Carlos Romero sacó en corto desde la esquina, Edu Expósito sirvió el centro al área y el delantero kosovar, sin querer, prolongó el envío con la frente hacia atrás. Hacia el fondo de sus mallas con Dominik Greif petrificado ante la incredulidad. Y con el 0-1, Takuma Asano mantuvo la cabeza fría. Nunca mejor dicho. Sergi Darder le sirvió un caramelo desde la izquierda y el japonés se las apañó para ganar la disputa y superar a Joan García con el 1-1. Llegó a tocar con el mismo guante que le amargó al pirata local.
Porque sí. Antes de las tablas, Omar El Hilali se pasó en la frenada y derribó a ras de césped a Johan Mojica. Quintero González no dudó en señalar los 11 metros y la intriga le comió la partida al antagonista. El guardameta que sigue sin convencer a Luis de la Fuente pese a sus actuaciones le comió la partida fatídica. De vuelta a la realidad, el susto pudo ser mayor. El máximo común divisor del asunto, rectificó anulando una pena máxima por una supuesta mano punible de Marash Kumbulla. El buen hacer aquí contrastó con lo que pasó después -y antes con Jofre Carreras-.
Abdón Prats cayó en el área del Espanyol tras un toque de Leandro Cabrera en una disputa tras un centro lateral. El 'trencilla' no dudó e indicó su 'hat trick' particular. Para sorpresa de nadie, Joan García volvió a hacerse gigante y le amargó la existencia al '9'. Y cuando el empate parecía que se iba a quedar hasta el final, el colegiado se marchó a la pantalla. Ver -o VAR- para creer porque, por una supuesta invasión en el área, la máxima autoridad ordenó repetir la batalla psicológica. Y esta vez, la referencia de los baleares mandó el castigo al lugar inalcanzable. 2-1 y fiesta en Son Moix.
El Mallorca vuelve al triunfo -de aquella manera- y se coloca con 40 puntos en la 7ª plaza. Es decir: Europa ya está aquí. Jagoba Arrasate ha conseguido colocar los mimbres de un proyecto que, salvando las distancias e interpretando lo que ha pasado en este partido, se ha ganado estar ahí. Una incredulidad que mancha la imagen del Espanyol y, sobre todo, de Joan García. Ni la mejor versión de un portero pudo contrarrestar la ley del VAR. La pantalla le salva la tarde a Vedat Muriqi y Manolo González continúa viendo el descenso por el retrovisor. Tan cerca y peligroso como siempre.