RCD Mallorca y Getafe CF se vieron las caras en la decimoquinta jornada de Primera División, en un partido en el que ambos conjuntos tenían un objetivo común: alejarse de la zona baja de la clasificación.
Se trataba, por ejemplo, de una buena opción para el Getafe de salir de los puestos de descenso, tras sumar dos victorias en sus últimos tres partidos. Los bermellones, por su parte, querían seguir ampliando ventaja con las posiciones de abajo.
Sin embargo, ninguno de los dos equipos dio sensaciones de estar jugándose algo tan importante como un descenso a Segunda División. O sí, según se vea. Si un término puede definir a lo visto sobre el Visit Mallorca, este es "tosco".
O feo. O soporífero. Desde los primeros instantes ambos conjuntos mostraron sus cartas, y ninguno contaba con una mano especialmente buena. Quizá el cuadro local fue ligeramente superior a los puntos, pero esto fue casi imperceptible por momentos.
Kang-In Lee comenzó enchufado y tuvo dos acciones en los primeros diez minutos interesantes. Ángel también la tuvo de cabeza, aunque se trató de una intentona muy inocente. El intento de respuesta llegó con un balón al espacio que quiso controlar Aleñá, el cual terminó cometiendo falta sobre Baba.
Alcanzada la media hora, Sandro probó a Manolo Reina desde fuera del área con un inocente tiro que se marchó desviado. Poco más tuvo un primer tiempo en el que las fuerzas se igualaron, pero más bien por la inexistencia de ellas.
La segunda parte fue entendida por algunos como una oportunidad para ver algo diferente a todo lo que había sucedido hasta ese momento. Nada más lejos de la realidad. Unos y otros comenzaron a llevar a cabo un carrusel de faltas que terminó con Mboula y Franco Russo amonestados.
Luis García y Quique Sánchez Flores agitaron sus banquillos con la esperanza de que esto cambiar la dirección del mismo a su favor. Florentino se mostró activo durante los 20 minutos que disputó, mientras que Ángel dejó su puesto a Abdón Prats, que sí dio el do de pecho.
El delantero balear dejó algún que otro destello y tuvo la ocasión más clara del choque, un cabezazo en el 87' que salió rozando el palo de David Soria. Esta opción no fructificó e instantes después, Jaime Latre dio a los congregados en el Visit Mallorca el placer de poder marcharse a sus casas. En definitiva, una tarde que no pasará a los anales de la historia del balompié.