Todos los que han (y hemos) soñado con ser futbolistas y no han llegado ni a estar cerca, seguro que se conformarían con una gran noche. Esos 90 minutos de gloria, esos titulares del pospartido y esos miles de mensajes en WhatsApp. ¿Quién no ha soñado con ellos? Stefan Ortega seguro que sí. Y con el Manchester City, vivió su primera gran noche, y quien sabe si la última, en la EFL Cup ante el Chelsea.
El protagonismo, seamos sinceros, está reservado para otros en el Etihad. Por eso, Ortega sabía que debía aprovechar la ocasión para lucirse. Y así lo hizo. El City fue mejor que el Chelsea, pero los 'blues' lograron sembrar mucho en área rival, si bien la cosecha ni asomó por el verde gracias a la sal que vertió, una y otra vez, el meta local.
El festival del guardameta comenzó en el 12', cuando, con la pierna, salvó un remate de Pulisic desde la frontal del área chica. En el 22', le sacó una gran mano al propio estadounidense y en el 44' abortó la mejor ocasión del primer tiempo. Lewis Hall, joven jugador del Chelsea, dejó 'k.o.' a su par, amagó con la izquierda y tiró con la derecha, pero Ortega tapó muy bien, a lo balonmano, y evitó el 0-1.
No todo ocurrió en el área del City. Los locales tuvieron una buena de Grealish que se fue al lateral de la red y una falta de Gündogan que, tras rozar en Chalobah, se elevó lo justo para que no fuese gol. Julián mandó fuera un gran pase de Gündogan y, antes del descanso, Mendy también quiso lucirse con una estirada y una buena intervención a disparo de Grealish.
Mendy intentó ser el Ortega de esta crónica. Empezó por buen camino la segunda mitad, con dos paradones a Grealish casi seguidos, pero su trabajo quedó en nada en solo cinco minutos. Fue el tiempo que transcurrió desde el 1-0, obra de Mahrez, hasta el 2-0, tanto que rubricó Julián Álvarez.
En el 53', Mahrez ejecutó casi a la perfección una falta a pocos metros de la frontal, pero ese casi lo arregló Koulibaly. El central no saltó en la barrera y la bola le pasó por la frente para acabar alojada en el fondo de la portería del Chelsea. Ortega, entre uno y otro tanto, salvó el empate al meter la mano cerca de la escuadra en un centro que se envenenó.
En el 58', llegó la sentencia. Julián Álvarez abrió para Mahrez con un pase medido y el mismo argentino recogió el rechace de Mendy tras el disparo de su compañero. En boca de gol, se adelantó a su marca y empujó el 2-0.
El City ya había resuelto lo del área contraria, pero a Ortega aún le quedaba mucho polvo que quitar de la propia. El meta se lució aún más tras sacar una mano salvadora a un remate de Hall después de un pase de la muerte y un jugadón de Ziyech, con caño incluido a Sergio Gómez sobre la línea de fondo.
El Chelsea, pese a todo, murió con las botas puestas. Pulisic y Mount mandaron fuera dos buenas ocasiones en el área antes de que una rocambolesca jugada pusiese la guinda final. Ortega, que acabó como 'MVP' del partido, cometió el único error de la noche. Se le escapó el centro de Havertz y Sergio Gómez empeoró el panorama al despejar contra su propio palo. El portero se rehízo con una buena parada sobre la línea y el tiro final del Chelsea, que sí entró por el segundo palo, quedó anulado por fuera de juego de Pulisic.
Así acabó la gran noche de Ortega, al que también sonrió la suerte cuando tuvo que hacerlo. El City, con Haaland sin salir del banquillo, se mete en octavos de final y alarga la mala racha del Chelsea que ya sufre en la Premier League.