Fiesta de despedida

Se le apagó la llama de este Mundial de Clubes al Oporto y al Al Ahly, que certificaron su eliminación del torneo tras no pasar del 4-4 en el partido de la última jornada. Todo ello, propiciado por la igualada entre Inter Miami y Palmeiras. No obstante, los egipcios dejaron una buena imagen y siempre fueron a por la victoria, destacando, entre otras muchas cosas, los problemas y la falta de actitud de los lusos, demasiado erráticos tanto en ataque como en defensa.
Salió con mucha personalidad el cuadro de Jose Riveiro, que no quiso pensar en nada más que en llevarse la victoria para mantener viva cualquier ínfima opción de avanzar de ronda. Y el plan le salió bien, pues fue superior a su rival en los primeros compases del choque y destapó, aún más, sus vergüenzas.
Así, en el minuto 15 de partido, el Al Ahly se puso por delante en el marcador. Error de Eustaquio, que se resbaló y perdió la pelota. Fathi la puso en profundidad para Wessam Abou Ali, que no perdonó ante Cláudio Ramos y puso el 0-1 en el marcador.
Trató de reaccionar el Oporto, subiendo un poco la línea y buscando el empate. Sin embargo, lo que estuvo más cerca de llegar fue el 0-2. Eso sí, fue anulado por un fuera de juego milimétrico del atacante palestino. No obstante, superado el ecuador de la primera parte, el conjunto luso obró el empate. Lo hizo por mediación de Rodrigo Mora, su gran talento, que penetró en el área a trompicones, pero dribló a El Shenawy para poner el 1-1 a puerta vacía.
El encuentro se animó en la recta final de la primera parte, con ocasiones para los dos conjuntos, pero con unos huecos atrás que a punto estuvo de aprovechar el conjunto egipcio. Y tras varios avisos, el gol llegó en el añadido de la primera mitad. Zizo cayó en el área tras una entrada por detrás de Fábio Vieira y el colegiado decretó la pena máxima. Un penalti que se encargó de transformar Abou Ali para certificar su doblete.
Los segundos 45 minutos comenzaron con esa dosis tan necesaria de espectáculo. Dos equipos dispuestos a agotar sus opciones de clasificación y aumentar el disfrute de los aficionados. Tras un primer aviso de Samu Omorodion, William Gomes puso el 2-2 con un disparo colocado desde fuera del área.
Pero la respuesta del Al Ahly no pudo ser más rápida y efectiva. Y, una vez más, lo hizo gracias a su gran estrella de la tarde. Abou Ali cerró su noche perfecta con su 'hat trick' tras cabecear un centro desde la derecha y colocar el 2-3. Pero, muy poco duró la alegría en la casa de pobre y en el 53, Samu Omorodion se hizo hueco entre los centrales para saltar y cabecear a gol el centro desde la equina. Tres goles en tres minutos y con toda la segunda parte aún por delante.
Los de Jose Riveiro siguieron en busca de su objetivo y eso se lo facilitaron con los numerosos despistes del Oporto en defensa. Una sensación de amenaza constante en la zaga lusa que no desapareció en ningún momento. Así, hasta que el 3-4 subió al electrónico con un zapatazo desde fuera del área de Ben Romdhane para el que no pudo hacer nada Cláudio Ramos.
El Oporto se volcó arriba en busca del empate y le entraron las prisas. Las fuerzas comenzaron a fallar en ambos conjuntos y el ritmo decreció, aunque ninguno de los dos equipos había dicho su última palabra.
Pese a que Samu tuvo el empate a bocajarro en el 83', la gran mayoría de las oportunidades llegó a favor del Al Ahly. Sin embargo, el cuadro egipcio pecó de falta de puntería y lo acabó pagando. Al filo del final, Pepé ajustó su disparo desde fuera del área e hizo imposible la estirada de El Shenawy, por lo que el 4-4 se instauró en el marcador.
Además, la siguiente y definitiva mala noticia vino desde el otro choque del grupo, ya que Inter Miami y Palmeiras empataron y eso significó la eliminación matemática tanto del Oporto como del Al Ahly. El venezolano Juan Valenzuela decretó el final del partido y portugueses y egipcios se despidieron del torneo sin poder haber disfrutado de una sola victoria.