Sufrido consuelo

El tercer y cuarto puesto es esa final, de consolación, que ningún equipo quiere jugar. No obstante, en esta 'Final Four' de la Liga de las Naciones, Países Bajos e Italia tuvieron que batirse en duelo por dicho premio. Un trofeo que se quedó en las manos de la 'Azzurra', que venció por 2-3 a su rival en un choque que se pudo decantar para cualquier lado.

En los primeros compases del choque ya se pudo apreciar la idea de ambos conjuntos. Países Bajos quería mantener la posesión del esférico, mientras que Italia no dudó es resguardarse atrás y salir con velocidad al contragolpe.

Así pues, en el minuto 6, esto le surtió efecto. Dimarco puso el primero en el electrónico con un trallazo a la red. Balón colgado desde la derecha, intentó la chilena Retegui, tampoco pudo rematar Raspadori, pero la pelota le quedó franca al defensor. Este controló y soltó un misil con el exterior que se fue al fondo de la red.

Sin apenas generar peligro, la 'Azzurra' encontró su premio y elevó la frustración de la 'Oranje'. Los pupilos de Koeman tan solo generaron peligro a su rival a balón parado. Los 'tulipanes' erraron demasiados pases y desaprovecharon numerosas salidas al contragolpe.

Este despiste inicial fue aprovechado por Italia, que no tardó en asestar el segundo golpe. Balón en profundidad para Dimarco, que apuró línea de fondo y la puso atrás hacia el borde del área. El primer disparo de Gnonto golpeó en un defensor, pero el rechace le cayó a Frattesi, que parecía habilitado por Geertruida. No obstante, la jugada se revisó y finalmente se le dio validez a la jugada.

No parecía que países Bajos fuese a cambiar su dinámica, al menos, en la primera mitad. Estaba desbordada y fuera de sí y apenas gozó de ocasiones para tratar de recortar distancias. Tan solo en la recta final de los primeros 45 minutos por mediación de Gakpo, que no tuvo el día esta tarde.

Balón en profundidad para el delantero, que se midió con Toloi, pero este se resbaló. Se quedó solo ante Donnarumma, pero ajustó más de la cuenta al palo izquierdo y la pelota se marchó fuera.

Koeman movió el banquillo en la segunda mitad y dio entrada a Bergwijn, Wijnaldum y Weghorst. Unos cambios que dotaron al equipo de mayor movilidad y frescura, lo que hizo encerrar a atrás a Italia.

Países Bajos estaba mereciendo el tanto, pero la fortuna no le estaba acompañando. Sin embargo, todo cambió en el minuto 68. Bergwijn recibió en el interior del área, dejó sentado a Dimarco y soltó un chutazo que se coló al fondo de la portería defendida por Donnarumma. La esperanza de los 'tulipanes' volvió a resurgir.

Pero nada más lejos de la realidad, ya que tan solo se trató de un espejismo. En el 73', Italia sentenció el encuentro por mediación de Chiesa. Recuperación de Italia y balón de Frattesi al hueco para Chiesa. Este se midió con Van Dijk, pero le ganó la partida y puso un chut cruzado para poner el 1-3.

Fue un gol que terminó de hundir la moral de Países Bajos, que lo siguió intentando sin bajar los brazos, pero sus intentos fueron en vano. Pese a ello, aún tuvo una ocasión más de meterse en el partido el cuadro de Ronald Koeman.

Países Bajos dispuso de una falta en la frontal del área que, tras el disparo y el desvío de la barrera, le quedó muerta la pelota a Weghorst. El delantero mandó el esférico al fondo de la red, pero el colegiado, tras consultarlo con el VAR, acabó anulando la jugada por fuera de juego.

Sin embargo, el conjunto 'tulipán' no había dicho su última palabra. Wijnaldum recibió en el interior del área un pase de tiralíneas de Weerman. El futbolista de la Roma controló y mandó la pelota al fondo de la red para poner el 2-3 y dejar un emocionantísimo final de partido.

Se añadieron 9 minutos Países Bajos se exprimió para lograr un empate que nunca acabaría por llegar. Italia sufrió, pero logró amarrar el tercer puesto de una competición donde no ha dejado su mejor cara, pero de la que sale con el bronce.