Partidazo el vivido en El Toralín. SD Ponferradina y Real Valladolid se citaban en un derbi castellanoleonés de altos vuelos que vivieron 'in situ' una gran cantidad de aficionados, tras la permisión de acoger el 100% del aforo disponible.
El choque tuvo dos partes bien diferenciadas: mientras que en la primera apenas se vieron ocasiones de gol y el control del juego, su homónima posterior tuvo de todo: goles, tarjetas, salvadas y una intensidad propia de lo que se estaban jugando unos y otros.
La primera ocasión llegó, como no podía ser de otro modo, en las botas de Yuri. El delantero brasileño fue un auténtico quebradero de cabeza para los defensas rivales, como veremos más adelante. En el 14' se sacó un zurdazo que salió rozando la escuadra de Roberto.
La respuesta blanquivioleta se hizo esperar. En el minuto 36, Amir tuvo que demostrar por qué es uno de los porteros más en forma de la categoría. El iraní privó del gol a Gonzalo Plata, cuando el ecuatoriano se había quedado solo ante él tras un preciso pase de Sergio León, que estuvo muy activo durante los primeros 45'.
Naranjo probó una vez más a Roberto antes de llegar al descanso, pero sin fortuna. Con esto se llegó al entretiempo, bajo la sensación de que no había habido un dominador claro del juego ni ocasiones de gol acorde con el nivel de las plantillas.
Todo esto dio un giro de 180 grados tras el paso por vestuarios. Las entradas de Toni Villa y Rubén Alcaraz dieron algo más de dinamismo a los de Pacheta, pero fueron los blanquiazules los que se terminaron adelantando.
Como no, el gol tenía que ser de Yuri. La defensa visitante defendió de forma horrible un saque de banda, que pilló a todo el mundo de imprevisto. El cuero llegó a las botas del brasileño, que regateó con facilidad a Nacho y puso con la derecha el 1-0.
Pintaban bastos para los pucelanos, que hasta ahora habían sido incapaces de remontar un partido al comenzar perdiendo. No obstante, Rubén Alcaraz pareció olvidarse de esto y seis minutos después puso las tablas de nuevo, tras aprovechar un buen centro de Aguado a la frontal del área.
El tanto espoleó a los vallisoletanos, que tan solo cuatro minutos más tarde lograron la remontada. Weissman, que había tenido muy poca influencia hasta ese momento en el juego, materializó con la cabeza una jugada que cambió de banda a banda.
Yuri y la fórmula de la eterna juventud
Se las prometían muy felices los hinchas visitantes que se habían desplazado algo más de 200 kilómetros para animar a su equipo. Sin embargo, con Yuri enfrente, la felicidad nunca puede ser absoluta.
El ariete aprovechó un buen balón entre líneas para plantarse solo ante Roberto, a lo que Queiros tuvo que responder con un agarrón que terminó siendo penalti y roja de manual. No falló el bueno de Yuri desde los once metros, engañando a la perfección a Roberto con un tiro centrado y logrando su doblete particular. 39 años tiene la criatura.
En los minutos finales, los bercianos lo siguieron intentando, aprovechando su superioridad numérica, pero el marcador ya no se movió más. Con este empata los de Jon Pérez Bolo se colocan con 16 puntos y dormirán líderes. Por su parte, el Valladolid se queda con once, a expensas de lo que hagan el resto de equipos de la zona media-alta.