El PSG impone su ley de la atracción

El Parque de los Príncipes se vistió de gala para una de sus grandes noches. Miércoles de Champions y de nada más y nada menos que unos cuartos de final de la competición más importante a nivel de clubes. Un día para sentarse y disfrutar de un gran partido, más si cabe con todo un especialista en el buen fútbol y el trato del balón como es el PSG de Luis Enrique.
No es ningún despropósito catalogar la actuación parisina como sublime, porque sublimes fueron sus datos, siendo superiores en todas las facetas del juego y destacando en el dominio del esférico y la posición, con números muy superiores a los de su rival. Así se pudo apreciar en los primeros compases del encuentro, donde los locales subieron la línea de presión hasta la misma frontal del área, atosigando a su rival y tratando de controlar el choque desde el pitido inicial. Como una especie de ley de atracción de los pupilos de Luis Enrique hacia el balón y el asedfio absoluto.
Las ocasiones no tardaron en llegar. La primera fue en las botas de Dembélé, su mejor futbolista en este momento. El francés recogió un rechace en el área tras el tiro de Kvaratskhelia, pero su chut a bocajarro fue repelido por el Dibu Martínez.
No la olía el Aston Villa que, además, estaba sufriendo con bastante claridad. Las transiciones del PSG de un lado a otro del campo estaban siendo perfectas y las dos bandas fueron el puñal con el que comenzó a dañar a su rival. Tanto Kvaratskhelia `por la izquierda como Doué por la derecha, alternando incluso las bandas ambos, dejaron un recital de juego y llegadas constantes hacia el área rival.
Pero como ha sucedido en infinidad de ocasiones, el golpe llegó por parte de los visitantes. La sorpresa saltó en el Parque de los Príncipes con el 0-1. Una jugada que hiló a la perfección el Aston Villa y se aprovechó de la fragilidad defensiva local. Error de Nuno Mendes en la salida de balón. Recuperó McGinn, que armó el contragolpe con velocidad y filtra para Rashford, que abre a Tielemans y este ve solo al segundo a Morgan Rogers, que remata a placer y coloca el 0-1 en el primer remate a portería de los suyos.
No tardó en responder el PSG, pues el plan del partido siguió siendo el mismo y el gol cayó por su propio peso. Eso sí, de una forma maravillosa, pues Doué recibió escorado a la izquierda, condujo hacia adentro y se sacó el derechazo para mandar al fondo de la red la pelota. Tocó en el larguero y nada pudo hacer el Dibu para evitarlo.
Lejos de cambiar la imagen, el comienzo del segundo tiempo fue prácticamente calcado al desarrollo de los primeros 45 minutos. El PSG proponía, llevaba la iniciativa y metía al Aston Villa en su propia área. Así pues, fruto de la insistencia, el 2-1 cayó por su propio peso.
Una vez más, los parisinos volvieron a dejar un tanto de bella factura, esta vez, en las botas de Kvaratskhelia. Recibió el georgiano en la izquierda, dejó sentado a Disasi y buscó el primer palo. Pudo hacer más el Dibu, pero la acción del '7' es para enmarcar.
El asedio volvió a ser constante por parte de los de Luis Enrique. Los 'villanos' achicaban balones como podían y trataban de mantenerse lo más junto y replegados posibles para evitar males mayores. Perdonó el tercero Achraf, que ajustó su disparo a la cepa del poste del Dibu, pero este le sacó una buena mano abajo para evitar el tanto.
El PSG estuvo francamente cómodo sobre el campo. Jugaba con mucha tranquilidad y sosiego, esperando su oportunidad y sin precipitarse. Sí que le pudo faltar algo más de lucidez en ataque a los locales, sobre todo, para buscar la sentencia. Un cierre de guion perfecto que pudo tener Achraf, sin embargo, su gol fue anulado, ya que partió en posición adelantada antes de recibir el pase de Vitinha.
Dio un tímido arreón final el Aston Villa, que pese a que apenas había generado ocasiones, tan solo estaba a un gol de igualar el partido y dejarlo todo abierto para la vuelta. No obstante, ninguna de ellas llegaron a inquietar a un inédito Donnarumma esta noche y, además, propició que los ingleses dejasen huecos atrás.
Así pues, con el tiempo prácticamente cumplido, Nuno Mendes, tras una buena internada por la izquierda, se plantó solo ante el Dibu, le recortó y definió a placer para colocar el definitivo 3-1 y que su equipo diese el primer paso de cara a repetir semifinales de Champions por segundo año consecutivo. Todo se decidirá en Birmingham, pero a este PSG se le está poniendo cara de llegar muy lejos.