El PSG vuelve a la vida y deja al borde del 'k.o.' al City

Delirio en el Parque de los Príncipes. El PSG, que estaba contra la espada y la pared en la Champions, fue capaz de mostrar su mejor versión ante el City para resurgir de sus cenizas. El equipo de Luis Enrique, con el partido cuesta arriba al inicio del segundo tiempo, tiró de orgullo para echar abajo una desventaja de 2 goles y obrar una remontada extraordinaria.
El conjunto parisino sabía que estaba eliminado y apretó los dientes para cambiar las tornas y dejar al borde del 'k.o.' al equipo 'citizen'. Porque los de Pep Guardiola, muy superados durante toda la contienda, claudicaron ante la tromba que les cayó encima en el segundo tiempo. Un frenesí de fútbol que tuvo su recompensa para el cuadro local, ahora más aliviado en posiciones de dieciseisavos. Por su parte, los 'skyblues' se la jugarán a una carta en la última jornada ante el Brujas.
Nada más iniciarse las hostilidades, el City cogió la pelota con mimo para intentar tenerla en su poder. Ese era el objetivo de los de Guardiola, pero el PSG de Luis Enrique no se lo permitió bajo ningún concepto. El cuadro parisino tardó 4 minutos de reloj en arrebatarle el cuero y le complicó la vida a su rival, que se defendió del juego de toque de los locales.
De hecho, el primer tiro entre los tres palos fue de Doué, que probó a Ederson y decidió levantar al público para meter presión a los 'skyblues'. También lo intentó Joao Neves, que llegó muy solo al segundo palo en una falta lateral y su cabezazo se marchó por encima de la portería. La réplica del cuadro 'citizen' fue de un De Bruyne al que Donnarumma le paró los pies con una gran intervención.
El City, viendo que no era capaz de arrebatarle el cuero al PSG, cambió de estrategia e intentó aprovechar las contras para hacer daño. Haaland estuvo muy perdido y lo único reseñable de su primer acto fue un cabezazo manso a las manos del guardameta. El encuentro, pese a que el monopolio de la pelota era del cuadro francés, estaba equilibrado y Fabián estuvo muy cerca de desequilibrarlo. El internacional español capturó un rebote en el área y chutó con violencia a portería, pero Gvardiol salvó bajo palos.
El conjunto de Guardiola tenía muchísimas dificultades para salir y los atacantes se aferraron a alguna acción rápida para generar peligro. Así llegó una oportunidad para Savinho, que casi culminó un gran balón de Foden de no ser por la intervención de Donnarumma. El PSG no se vino abajo tras ese susto. De hecho, los de Luis Enrique se adelantaron en el marcador, aunque de forma momentánea. Achraf remachó a la red una dejada de Barcola, pero Nuno Mendes, en la acción previa, estaba ligeramente adelantado.
Tras la reanudación, el guion de partido cambió por completo en un visto y no visto. El City, que durante todo el primer tiempo las pasó canutas, resolvió el encuentro en cuestión de 3 minutos. Jack Grealish, recién entrado al campo, dejó su impronta al encuentro. Gran movimiento de Akanji, remate de Bernardo Silva que rechazó Donnarumma y la pelota le quedó muerta al '10', que marcó a placer el 0-1.
No hubo ni tiempo para pestañear y entró a escena el segundo. Haaland, anulado por la defensa del PSG, aprovechó un desvío de Joao Neves a centro de Grealish y solo tuvo que empujar el balón al fondo de la red. 0-2 y silencio sepulcral en el Parque de los Príncipes.
La parroquia francesa ya tenía más que asumida la eliminación, porque veían improbable una remontada al City. Pero lo que los aficionados locales no sabían era que este City sí es vulnerable. Ya no es el de antaño y eso quedó demostrado en París. Del minuto 56 hasta el final, los jugadores de Luis Enrique salieron en tromba a comerse a su rival e igualaron las fuerzas en 4 minutos, entre el 56' y el 60'.
Dembélé recortó distancias tras una soberbia jugada de Barcola que nació con un túnel exquisito a Matheus Nunes. Galopada del francés y asistencia al punto de penalti para que el 'Mosquito' hiciese el 1-2. El propio Barcola, ya con la chispa, se encargó del 2-2 al cazar un rebote de la madera a disparo de Doué.
Luis Enrique lo vio claro y quemó todas sus naves en busca del todo o nada. El asturiano sabía que tenía al City a merced y arriesgó para lograr el premio. El cuadro de Guardiola entró en pánico y empezó a tener muchas pérdidas e imprecisiones, además de tener cero argumentos en ataque para darle algún susto a los parisinos. Hasta Haaland tuvo que echar una mano atrás porque su equipo se tambaleaba.
El City no encontró la forma de quitarse esa presión asfixiante y pereció hasta perder la contienda. Tras un larguerazo de Dembélé, una falta pasadísima de Vitinha acabó con un testarazo de Joao Neves, que apareció completamente solo al segundo palo para hacer el tercero. El PSG quería más y pisó aún más el acelerador para matar el encuentro.
Dembélé lo consiguió en primera instancia, pero le anularon el gol por fuera de juego. El que se libró finalmente fue Gonçalo Ramos, que tuvo que esperar a que resolviera el VAR para el 4-2 definitivo. El conjunto de Luis Enrique volvió a la vida en esta Champions y dejó al borde del abismo al City de Guardiola. Ambos se jugarán el todo por el todo en la última jornada. Los galos visitarán al Stuttgart, otro que está inmerso en esa lucha por los dieciseisavos. Por su parte, los 'citizens, ahora mismo eliminados, se las verán con el Brujas en el Etihad. Prohibido fallar.