No fue el punto más alto de los Pirineos, pero sí lo suficiente para escalar otro peldaño hacia la permanencia. Tres puntos que despejan el cielo de Santander, meten presión tanto a Ponferradina como Málaga y aumentan las dudas en el Principado.
El Racing venció al Andorra (2-1) en el choque correspondiente a la jornada 29 en Segunda División. Valieron los goles de Jordi Mboula para echar el cerrojo un partido más en El Sardinero, donde los cántabros no conocen la derrota desde que José Alberto López llegó a sus vidas.
De nombre Jordi, de goles Mboula
El '14' cambió las trenzas por las dianas, porque el estado de forma del extremo no puede ser mejor. Anotó ante el Leganés hace dos fechas, vio portería frente al Villarreal B la semana pasada y mojó hasta en dos ocasiones para tumbar el barco de Eder Sarabia, quien no terminó el partido en el banquillo. El preparador fue expulsado por continuas protestas hacia el cuerpo arbitral.
Cuando el Andorra llevó la iniciativa desde el arranque, Jordi Mboula la apagó en dos contragolpes letales. Viviendo al límite entre la legalidad y el fuera de juego, el catalán causó estragos en la línea zaguera visitante y superó a Nico Ratti en dos mano a mano que significaron doble distancia en cuestión de veinte minutos. Fueron tan sumamente calcados que parecieron uno, pero el 2-0 lució en el marcador al descanso.
Jacobo dio esperanzas al Andorra
Sin embargo, la naturaleza de los Pirineos presentó su desafío tras el paso por los vestuarios. Germán Valera fue el mejor de los azulones, todo el ataque pasó por sus botas. No obstante, Jacobo González fue quien recortó distancias en el luminoso con un misil de zurda y corto alcance dentro del área. 2-1. Es más, el '9' dio esperanzas en los huéspedes de que el empate podía ser realidad.
A lo que Miquel Parera dijo que no. El meta anfitrión fue la clave final con hasta tres intervenciones de mérito que blindaron la victoria. En especial, el vuelo que alzó para detener el balazo de Jandro Orellana. Sin tiempo para más con la expulsión de Íñigo Sainz-Maza, el Racing respiró ante el intento de épica del Andorra. Cuatro puntos sobre la Ponferradina, ocho respecto al Málaga. Un puñetazo en toda regla sobre la permanencia en Segunda División.