En-Nesyri mete el dedo en la llaga del Rayo

El Sevilla intenta tirar hacia adelante pese a sus carencias. El cuadro andaluz logró una victoria vital para sus intereses en Vallecas (1-2) y fue más en parte por el nombre que por méritos propios. En-Nesyri, que llevaba sin marcar desde noviembre y que regresó tras estar en la Copa África, dio la cara por los hispalenses.
Los andaluces echaron de menos a su delantero, que apareció cuando más le necesitaba su equipo. El Rayo se quedó con la miel en los labios y más si cabe porque lleva 4 jornadas sin ganar y porque no vence en su estadio desde septiembre. El descenso sigue a 7 puntos.
El Rayo Vallecano, consciente de su situación, decidió llevar la batuta del partido desde el pitido inicial. El Sevilla no tuvo ningún problema en dejar hacer a los madrileños, pese a que sufrieron lo suyo. De hecho, Marcao metió el miedo en el cuerpo a los 10 minutos tras un resbalón. Afortunadamente, el propio defensor arregló su liada al taponar un remate de Camello, que estuvo muy inocente.
El dominio 'franjirrojo' era más que evidente, pero el que dio el primer el golpe al marcador fue el equipo andaluz. En-Nesyri, en su primera aparición, mandó la pelota para dentro. Isaac Romero quiso abrir hacia la izquierda para Ocampos, pero Aridane desvió y eso propicio que el marroquí se quedase solo ante Dimitrievski, al que batió con un tiro raso.
Lejos de arrugarse, el Rayo aumentó su intensidad y tuvo dos acciones para empatar el encuentro. La primera fue en un disparo de Balliu que repelió Jesús Navas y la segunda, en un remate de Camello. Ninguno de los dos pudo hacer el 1-1 a diferencia de Isi Palazón, que culminó una gran combinación en la izquierda y un centro medido al primer palo del Pacha Espino. Vuelta a empezar.
El cuadro madrileño fue más protagonista, aunque ese papel pasó para un joven aficionado que no hizo otra cosa que meterle un dedo en el culo a Ocampos antes de sacar de banda. El argentino avisó de ese lamentable hecho al trencilla, que tomó nota de lo ocurrido y ordenó seguir con el juego.
Tras ese repudiable acto del seguidor, el Sevilla aprovechó un contragolpe letal para hacer el 1-2. Pelotazo en largo de Nyland, Ocampos cabeceó y recibió Isaac Romero, que habilitó a En-Nesyri para que este fusilase en el palo corto a Dimistrievski. El macedonio, que minutos antes firmó una gran parada al marroquí, no pudo a la siguiente con el ariete.
Tras la reanudación, el Rayo puso todos los medios a su alcance para empatar el encuentro al Sevilla. Vallecas se encendió alentado por unos futbolistas que sabían que era posible el 2-2. Lo más cerca que los 'franjirrojos' estuvieron de la igualada fue en dos acciones, una clarísima de Chavarría que mandó al limbo delante de Nyland y otra de Isi que el noruego desvió con el hombro.
Quique Sánchez Flores quiso responder al buen hacer local con una serie de movimientos tanto en defensa como en ataque y casi llegó el 1-3 tras un pase de Óliver Torres. Ocampos, que se quedó completamente solo en el área, cruzó ante Dimitriveski y mandó la pelota a la madera. Con una pequeña ventaja no puedes arriesgar a fallar ocasiones porque luego lo puedes pagar.
Sin embargo, el equipo madrileño, que tiró más con el corazón que con la cabeza, no generó ninguna complicación a un Sevilla que se defendió francamente bien en la recta final. El Rayo le obligó a encerrarse, pero el cuadro andaluz no dieron ningún atisbo de debilidad para amarrar 3 puntos vitales para tomar distancias sobre el descenso, al que ya tiene a 3 puntos. Por su parte, los de Francisco volvieron a decepcionar y bien pueden estar tranquilos porque el descenso está muy barato. Pero cuidado porque no pueden dormirse en los laureles.