Lágrimas de amor y Bota de Oro en el Bernabéu

"Hemos venido a despedirnos, el resultado nos da igual". Este podría haber sido el cántico más adecuado para este Real Madrid-Real Sociedad. Solo Kylian Mbappé, que se jugaba la Bota de Oro, tenía algo realmente importante por lo que luchar en lo deportivo. El resto de focos estaban centrados en las despedidas, sobre todo, en las de Carlo Ancelotti y Luka Modric.
Hoy es de esos días en los que apenas había interés en lo que pasaba sobre el césped. El escenario fue el perfecto para que al adiós de varios madridistas, algunos de ellos leyendas del club, nada lo eclipsara. Claro que la afición habría preferido otro final de temporada, pero, al menos, pudo celebrar una goleada de amor y cariño.
En lo meramente deportivo, se notó en el ritmo del partido las situaciones clasificatorias. La Real, en caída libre en esta recta final y ante el final de la 'era Imanol Alguacil', tenía la mente puesta más en su reestructuración (también se marcha el director deportivo Roberto Olabe), aunque, como siempre, compitió y dio el nivel. En los blancos, todo eran pases para Mbappé y sus retos personales, aunque Unai Marrero parecía ser fan de Mohamed Salah y Viktor Gyökeres, los rivales del francés en la Bota de Oro.
A los 6 minutos, el portero le sacó un mano a mano al ex del PSG. En el 12', el delantero tiró por encima del larguero tras un gran pase de Brahim. Pero las mejores intervenciones del guardameta llegaron en la recta final del primer tiempo. En el 36', voló para mandar a córner un disparo del '9', una acción que, al final, no valió porque, unos segundos antes, hubo una mano en el área de la Real Sociedad que Melero López castigó con penalti tras acudir al monitor.
Aunque la grada pedía que lo tirase Modric, Mbappé fue el lanzador. Marrero le adivinó las intenciones y paró el primer intento, pero no pudo repetir parada, aunque estuvo a centímetros, a la segunda. El galo recogió su rechace y marcó el tanto que adelantaba a su equipo y que le hacía superar a Gyökeres.
La Real, antes del descanso, apenas amenazó con un zurdazo cruzado de Sergio Gómez que salvó Lunin, alguna contra sin éxito y con un cabezazo alto de Pablo Marín. Pero sí que le discutía, por fases, el balón y el mando del partido a un equipo blanco que llegó al intermedio con la mínima renta a favor en el luminoso.
El segundo tiempo trajo la lesión de Brahim, la entrada de Vinicius, la sentencia de Mbappé y uno de los momentos de LaLiga. Pero vamos por orden. Antes, el francés lo intentó con un zurdazo que se fue demasiado alto y la Real respondió con un disparo peligroso de Mariezkurrena que acabó en córner y con una peinada de Olasagasti que nadie remachó en el segundo palo.
Vinicius agitó un poco el ataque del Madrid al entrar en el 55' por los problemas de Brahim en el muslo. En el 62', Marrero evitó que marcase con una buena picadita que salvó el meta a una mano antes de que su equipo viviera su mejor rato en el partido. No tuvo apenas ocasiones, pero, de la mano de Take Kubo, creció, se envalentonó y vivió más en campo rival que en el propio.
Ancelotti movió el banquillo y posibilitó una gran ovación a Lucas Vázquez, otro de los que se despedía, poco antes de que Marrero volviera a amargar a Mbappé. Con una buena mano a un tiro raso a su izquierda, evitó un doblete que, finalmente, solo retrasó. Porque en el 83', el '9' 'merengue' aumentó su renta con Mohamed Salah con una definición perfecta. Vinicius le dejó solo en el área con un pase al espacio en el área y el galo batió al portero con un disparo a la base del palo más cercano.
Ahí se acabó el partido y empezaron los homenajes. Luka Modric fue reemplazado en el 86' y el balón pasó a un segundo plano. El croata se fue por un pasillo que le hicieron Melero López y los jugadores de ambos equipos. Le esperaba su familia y Toni Kroos en la banda, en el banquillo, donde se fundieron en un abrazo que ya es historia del club blanco. El croata y Ancelotti vivieron sus últimos minutos en el Bernabéu con la emoción en la piel y en los ojos, algo que se desbordó con el pitido final y los homenajes sobre el césped a entrenador y futbolista.