El candidato al trono recibía al colista. La lógica invitaba a pensar en una cosa, pero el fútbol se decantó por la otra. Hasta que el árbitro quiso, el Almería luchó con lo que pudo. Con lo que tuvo. Sin conocer la victoria. Y con un 0-2 a favor en el intermedio. Pero claro, tal fue la confianza ciega de Hernández Maeso en la pantalla del VAR que acabó arrimando el hombro en la remontada del Real Madrid.
El conjunto de Carlo Ancelotti se impuso por 3-2 en la frenética correspondiente a la 21ª jornada en Primera División. Largie Ramazani y Édgar González regalaron a su equipo la sensación más feliz de la temporada. No obstante, Jude Bellingham no perdonó desde los 11 metros y Vinicius firmó las tablas "con el hombro". Sí, lees bien. Entre comillas. Fue la interpretación del colegiado. Y claro, la inercia de la épica propicionó el marcador definitivo bajo la autoría de Dani Carvajal.
38 segundos
38 segundos. No necesitó ni 1 minuto. Lo que tardas en pestañear varias veces. Ni te habías sentado. Nacho Fernández erró en la salida local a las primeras de cambio, Sergio Arribas encontró el tesoro en la presión y habilitó a Lucas Robertone. El capitán 'indálico' encontró a Largie Ramazani al espacio y el belga hizo el resto. Definición por bajo y hacia el primer palo. Engañando a Kepa Arrizabalaga. Dejándole en la imagen del 0-1 y provocando el silencio sepulcral.
Las miradas de incredulidad invadieron el ambiente en la capital. Un planteamiento rocoso en defensa y sin miramientos a la hora de correr al contragolpe. El plan de Gaizka Garitano surtió efecto y no retrocedió conforme los minutos. Eso sí. Los anfitriones se montaron en las botas de Vinicius y Rodrygo Goes. Ambos encararon como si no hubiera un mañana, aunque quizás la ausencia del '9' puro se notó en demasía. Pagó los platos rotos en la factura del Santiago Bernabéu.
Édgar y la furia rojiblanca
Prácticamente con Jude Bellingham en un 2º plano, el Almería reservó sus armas secretas para el filo del descanso: la de Édgar y la furia rojiblanca. En el nuevo fallo de Nacho Fernández, el balón precipìtó sobre las botas del '3'. Y claro, había que estar a las alturas de las circunstancias. Desde la otra punta de Madrid y con la zurda, el central disfrazado de pivote obró el milagro con un obús de infarto hacia la escuadra. Imposible para el ser humano. 0-2 y el fútbol al revés.
Tal fue la preocupación de Carlo Ancelotti que se tiró, durante toda la pausa, en el banquillo. No en el vestuario. En el banquillo. Ese lugar en el que mandó a Brahim Díaz, Joselu Mato y Fran García a la alfombra. 3 cambios a la vez. Mucho necesitaba el Real Madrid para darle la vuelta a la tortilla. Pero claro, la historia ha demostrado que a este equipo, de una forma u otra, no lo puedes dar por muerto. Por lo que pueda pasar.
Protagonista... para 'VARiar'
Hernández Maeso. El árbitro que terminó siendo protagonista... para 'VARiar'. Porque sí. La pantalla del VAR tuvo demasiado trabajo. Kaiky tocó el balón con el brazo en su propia área. Antonio Rüdiger cometió una evidente falta en ataque durante la disputa. ¿Cuál fue la decisión del 'trencilla'? Pasarle el marrón a los de arriba. Porque la infracción del brasileño es evidente. Pero no consideró lo mismo con la del alemán. Total, que indicó la pena máxima.
Hasta allí se dirigió Jude Bellingham. Y al inglés no le tiembla ni el pulso ni la bota diestra. Con suma tranquilidad y engañando a Luís Maximiano con delicadeza. 1-2 y Chamartín eligió creer. Hablando de fe, Sergio Arribas quiso lo mismo para el Almería con el 1-3. O mejor dicho, el momentáneo 1-3. La definición del canterano 'merengue' a pase de Largie Ramazani besó el fondo de la red. Aunque el hombre del silbato volvió a la zona de banquillos. ¿El desenlace? Falta previa de Dion Lopy sobre el '5' anfitrión.
"Alguien ha decidido que aquí no podíamos ganar"
Minuto 67. Vinicius remata el caramelo de Aurélien Tchouaméni. Para lo ajeno al deporte, el brasileño contacta con el brazo. Justo en el parche de LaLiga. Pero claro, la consideración de la ley fue rotunda. "Con el hombro". El que se supone que imparte justicia en la contienda decidió subir el tanto del '7' al luminoso. 2-2 y fiesta nacional. El vaso de las protestas de Gaizka Garitano aguantó y aguantó... hasta que se derramó con su expulsión. Parece de dibujos animados porque fue la realidad.
A partir de aquí, la inercia de la épica concluyó en la derecha de Dani Carvajal. El '2', el más listo de la clase en el 2º palo, metió a placer la prolongación de cabeza de Jude Bellingham. En el minuto 99. Lo que se tradujo en 3-2, 16ª victoria de la temporada... y de regreso al trono. En la otra cara de la moneda, la impotencia de lo que no puedes controlar. Hernández Maeso acabó arrimando el hombro. Palabras de Marc Pubill tras el encuentro: "Alguien ha decidido que aquí no podíamos ganar". Nadie es el profesor de nadie, pero saquen sus propias conclusiones. Quien ha escrito esto tiene las suyas.