Vinicius hace de sastre de un desastre
![El Madrid goleó al Barcelona en la Supercopa. EFE](https://cdn.resfu.com/media/img_news/jude-bellingham--toni-kroos--vinicius-y-antonio-rudiger-celebran-un-gol-en-el-real-madrid-barcelona-de-la-final-de-la-supercopa-de-espana-en-2024--efe.jpg?size=1000x&lossy=1)
El peor escenario posible para el Barcelona en la final de la Supercopa de España ha sucedido. El Real Madrid le pasó por encima desmontando el plan de Xavi y celebrando que Vinicius deslumbrara ganando a Ronald Araujo en su duelo individual y anotando un 'hat trick' antológico. La apuesta azulgrana por una línea defensiva alta, de cuatro miembros, no salió bien porque los atacantes 'merengues' se dieron cuenta pronto y explotaron los espacios a su espalda en cuestión de 10 minutos.
Es lo que tardó el '7' de Carlo Ancelotti en firmar un doblete que puso en evidencia a Jules Koundé y a Andreas Christensen. Para abrir la lata, el brasileño recibió un pase raso en profundidad de Jude Bellingham ante el que el francés salió demasiado pronto de su posición. Así, su rival disfrutó de una audiencia a solas con Iñaki Peña casi sin esforzarse, le regateó y obró la primera piedra de una goleada. Poco después, Rodrygo dibujó un desmarque similar, pero detrás del danés, le envió un balón acaramelado al segundo palo y le vio rematar tirándose con los pies por delante antes de celebrar en el córner.
Puede parecer un sinsentido ante el torrente ofensivo de los de Concha Espina, pero la realidad es que, en este tramo inicial, los azulgranas habían dispuesto de ocasiones para anotar también. Sus principales opciones estuvieron, en este momento del partido, en las botas de Ferran Torres, el más activo arriba con algunos remates que bien se encontraban con los guantes de Andriy Lunin o bien con las piernas de algún zaguero.
El 'Tiburón' llegó a hacer impactar la pelota con el larguero cuando los suyos ya iban perdiendo por 2-0 con una volea desde la frontal. Fue su solución a un balón que tenía botando delante e hizo de reflejo de cómo se erigía en quien más recovecos intentaba hallar en las filas del Real Madrid, cuya actuación atrás merece un sobresaliente. Antonio Rüdiger mostró esa velocidad que les faltó a sus contrincantes en la otra punta del campo y llamó especialmente la atención un Aurélien Tchouaméni que, enrolado en el pivote, interceptó todo lo que se le puso enfrente.
El único debe de la estructura blanca residió en algunos despejes dirigidos hacia la media luna de la frontal en lugar de a las bandas, lo que propició numerosas oportunidades del Barcelona. Cuando Robert Lewandowski cazó una ya superada la media hora inicial, Lunin no pudo hacer nada porque le retó con una volea empalada a la perfección, con potencia y velocidad, que le sorprendió. El polaco, para esta acción, explotó un cabezazo de Mendy, que, como estas líneas mencionaban, alejó el cuero a una zona demasiado peligrosa.
Más allá de esta carencia, que solo conllevó consecuencias en el luminoso en el 33', la expedición del Santiago Bernabéu estuvo tan coordinada en lo defensivo que los 'culés' pasaron de intentar entrar en su telaraña de calcetas a ras de césped a apostar por los balones colgados. El cambio de perspectiva solo sirvió cuando algún futbolista de calidad como Joao Félix se dejó ver para bajar la pelota, aunque, como el luso entró ya con 3-1, poco margen tuvo para brillar como lo hizo ante Osasuna.
El tercer gol 'merengue' también corrió de la cuenta de Vinicius, un torbellino en el estadio del Al Nassr. A la persecución de un centro de Tchouaméni en la que le había ganado la partida a Araujo, no hizo esfuerzo por mantenerse de pie -con buen criterio- al notar que el charrúa le agarraba del hombro y de parte del cuello con el brazo izquierdo, acabó en el suelo y provocó así una pena máxima que cobró él mismo. Su definición, rasa y potente, evitó que Iñaki Peña tuviera algo que hacer al respecto aunque adivinara el lanzamiento. Si las gradas ya se habían entregado a él por su festejo del 1-0, imitando a Cristiano Ronaldo, más lo hicieron cuando comprobaron que este era su día.
Por si su exhibición en el primer tiempo fuera insuficiente, estuvo en la factura del 4-1, en cuya foto aparece demasiado poco su verdadero responsable: Dani Carvajal. El lateral, desde bastante lejos, se terció hacia dentro y habilitó a Fede Valverde con un pase picado usando la pierna mala, la zurda, que condujo al 'Pajarito' a servir un centro que el '7' bajó con el muslo, extendió hacia Bellingham, fue interceptado por Koundé y se convirtió en la asistencia ideal para que Rodrygo, a placer, canjeara la sentencia con el interior de la diestra.
A estas alturas de la cita, ya había quedado claro que Vini había vencido a Araujo en el cara a cara particular que Xavi ha estado plantando últimamente en los 'Clásicos'. Aun así, el extremo redondeó su triunfo provocando una segunda tarjeta amarilla para el uruguayo al llegar antes a un pase que recibió de cara mientras, por detrás, encajaba una patada de su contrincante, quien ya había sido amonestado justamente por agarrarle en el penalti de antes del descanso.
El mazazo es muy contundente para los de la Ciudad Condal, que ya encaraban este evento con dudas sobre su banquillo y, ahora, tendrán que soportar que se multipliquen. Es la cruz de una moneda que, de haber salido cara, habría supuesto un efecto sideralmente opuesto. El caso es que que cayera de un lado o del otro no dependía del azar, sino del mérito deportivo: el Madrid pasó por encima del Barcelona en Arabia.