El Real Madrid fue el primero en ganar la Copa de Europa. Es el único que tiene 14. Tras ganar al Celtic, es el primero de su grupo. Es el único español en los octavos de final de la Champions League. También fue el primero en disfrutar de un penalti en el partido. Y el único en marcar desde los once metros.
Los blancos se dieron un festín ante el Celtic para cerrar la fase de grupos. El 5-1 fue el reflejo de un partido en el que, curiosamente, salió más metido el cuadro escocés. Pero claro, no fueron más de 3-4 minutos. El equipo de Carlo Ancelotti, quien ya mostró sus intenciones con un once más que ofensivo con Kroos, Modric, Valverde, Asensio, Vinicius y Rodrygo, arrasó a su rival en cuanto conectó con el choque.
Lo que se intuía con esa alineación se comprobó con el paso de los minutos. El Madrid dejó atrás una imagen algo más conservadora y aburrida y se disfrazó de ese Madrid del pasado en el Bernabéu. Velocidad, ambición y ataque antes que control, gestión y ahorro. Así se puede resumir ese cambio de mentalidad con el que 'Carletto' dejó atrás las dudas surgidas ante el Girona.
Buffet libre de penaltis, pero solo comió el Madrid
La reacción de ese inicio algo aturdido llegó con un penalti a favor. Fede Valverde tiró en el área y se topó con el brazo de un defensa. La colegiada Stéphanie Frappart no lo dudó y señaló una pena máxima que no sería la única de la primera parte. Luka Modric engaño a Hart desde los once metros y empezó a encarrilar el trámite.
Antes de desatarse, el Madrid también recordó a su imagen más clásica con alguna concesión defensiva que no supo aprovechar el Celtic. Maeda metió un balón con comba al área que remató Furuhashi, algo forzado, fuera. Militao perdió la marca, pero más la perdió un Carvajal que dejó a Abada completamente solo en el segundo palo. Menos mal, para el Madrid, que no llegó el balón al '11'.
El partido se abrió, se olvidó de miedos que ya no existían con el 1-0 y fue ese típico partido que le encanta al aficionado sin bufanda. Valverde la tuvo desde la frontal, pero tiró fuera antes de que Furuhashi se encontrara otro balón suelto y disparase alto desde el balcón del área. Un minuto después, Vinicius falló un pase de la muerte de Asensio por culpa de un paradón de Hart.
La jugada anterior siguió y acabó en el segundo penalti de la noche. Que, por cierto, tampoco sería el último. Rodrygo disparó y el balón dio en el codo de O'riley. La colegiada tuvo que ir al monitor y acabó por señalar la pena máxima. Modric le cedió el balón a Rodrygo, que eligió el lado al que se había tirado antes Hart. Pero Hart cambió de idea y se fue para el que antes había ido el golpeo de Modric. Otro engaño y otro gol.
El buffet libre de penaltis se completó a los 33 minutos. Antes, Vinicius volvió a desperdiciar una clara ocasión con un tiro por encima del larguero y Courtois salvó a los suyos con una buena parada a Furuhashi y otra a Hatate. Esa reacción del Celtic acabó con un penalti algo dudoso de Mendy a Abada. Pareció tocar balón, pero el VAR no corrigió a la árbitra francesa y se mantuvo su decisión. Sin embargo, Juranovic no siguió el camino de Rodrygo y Modric y se topó con la parada de Courtois a su derecha para mantener el 0.
Pasillo corredor y diversión a base de contragolpes
El segundo tiempo se convirtió en un correcalles, ese tan típico en el Bernabéu y que tanto gusta a los blancos. Todos querían su gol, el equipo quería sacudirse esas decepciones ante Girona y RB Leipzig y todos lograron cerrar una despedida por todo lo alto para no volver a pensar en la Champions hasta 2023.
Asensio fue de los más disfrutones tras el descanso. En el 51', marcó el 3-0. Carvajal llegó casi a línea de fondo, puso el balón al área y el '11', de primeras, remató con la zurda para poner el 3-0 en el marcador. El tanto terminó por desatar al Madrid y por romper el encuentro.
Vinicius, al fin, se encontró con el gol tras un par de fallos clamorosos. Fede Valverde mandó un balón tenso a la frontal del área chica y, de primeras, metió el pie entre la defensa y Hart para mandar la bola al fondo de la red. El brasileño respiró tranquilo y el uruguayo se vino arriba. Tanto que, 10 minutos más tarde, se sumó a la fiesta goleadora.
Siguió la secuencia de un tanto cada 10 minutos cuando el charrúa recordó que es el nuevo rey del golpeo desde el balcón del área. Recibió el balón en su sitio fetiche y, con la derecha y de primeras, chutó con fuerza y precisión al palo más alejado para poner el 5-0 en el Santiago Bernabéu.
Asensio rozó su doblete con un zurdazo rechazado por la zaga y con otro intento con la izquierda que se fue por encima del larguero. También quiso poner la firma un Karim Benzema que entró en la segunda parte y que aún no ha visto puerta en Champions. La volea a la media vuelta que intentó en el área acabó en un simple roce del balón, mientras que, en la última del partido, se gustó junto a Ceballos. 'Croqueta' del francés, pase en profundidad para el andaluz, taconazo de este para el galo y disparo sin portero del '9' con la zurda que sacó un defensa bajo palos.
Para entonces, el Celtic ya se había dado el gustazo de marcar su gol del honor en el Bernabéu. Y qué gol. Jota clavó una falta cerca de la escuadra y le puso la guinda a una fase de grupos que deja a los blancos en lo más alto y a su equipo, en el 'farolillo rojo', aunque con unas sensaciones que, al menos, le dejan un mejor sabor de boca.