La Liga sigue igual

El Real Madrid sumó los tres puntos ante el Girona (2-0) en un partido que deja la Liga tal y como estaba, aunque con una jornada menos para alegría del Barcelona, actual líder. Un golazo de Luka Modric abrió, en el minuto 41, un marcador que se mantuvo con ese 1-0 hasta la recta final del choque, cuando Vinicius, a pase de Kylian Mbappé, sentenció el encuentro.
El partido, en su primera entrega, tuvo fases vertiginosas. Los de Ancelotti mandaban en la posesión tanto como amenazaban los de Míchel cuando recuperaban la bola. E incluso la contra se volvía recontra si los catalanes no finalizaban la acción. Por momentos, se vio un ida y vuelta en el Santiago Bernabéu, pero a esa chispa momentánea le faltó finura. Las intenciones fueron superiores a las definiciones.
Vinicius, Mbappé y Rodrygo aparecieron paulatinamente para darle esa aceleración final al ataque blanco que tan difícil es de contrarrestar. Especialmente activo estuvo el '7', que hizo del carril izquierdo casi el pasillo de su casa. David López, Krejci o Blind, por citar algunos ejemplos, firmaron un buen partido en defensa, pero hay acciones, coletazos de velocidad, talento y verticalidad que superan incluso actuaciones soberbias.
Courtois apenas tuvo que emplearse una vez. Y fue a los 5 minutos. Un centro-chut de Oriol Romeu fue rematado casi en línea de fondo, sin apenas ángulo, por Arnau Martínez. El belga, sobre la línea, metió la mano para rechazar un remate que igual no iba a puerta, pero que podría haber metido en un lío al Madrid. Hubo respuesta inmediata al contragolpe, con un punterazo de Mbappé que repelió Gazzaniga con el cuerpo.
Pasado el cuarto de hora, Vinicius chutó alto y Danjuma lo intentó con un disparo que acabó en córner tras dar en un defensa. Parecía haber concordancia en los momentos de aceleración y pausa. Las ocasiones llegaban a pares y por ambos bandos o se daban un descanso a base de posesiones más largas con las que el pulso del choque se ralentizaba.
Poco antes de la media hora de juego, llegó la taquicardia al césped del Bernabéu. En el 27', el Madrid tuvo una doble ocasión con Brhaim y Modric como protagonistas. El intento, sin ángulo, del malagueño lo palmeó Gazzaniga antes de que el croata tirase fuera. En el 28', Alaba despejó sin querer un disparo de Rodrygo antes de otra doble ocasión, una por equipo, en el 30'.
Van de Beek la tuvo para haber adelantado al Girona, pero su disparo desde el perfil izquierdo del área lo sacó, a una mano y a media altura, Courtois. En la contra, Vinicius y Mbappé esprintaron con la única compañía rival de Krejci, que fue quien mandó el balón a córner 'in extremis' cuando el primero iba a dejar solo al segundo con un pase de la muerte. Antes de que el encuentro se tomase un pequeño respiro, aún hubo tiempo para que Tsygankov, solo, rematase demasiado alto y a bote pronto un centro de Danjuma desde la izquierda. La definición no hizo justicia a la claridad de la ocasión. Al minuto, el peligro estuvo en la otra orilla con un tiro de Mbappé que olía a peligro, pero que se fue a córner tras dar en un zaguero.
Tras este atracón, el partido pareció necesitar una pequeña siesta. Viendo el resultado y la altura de partido, el 0-0 al descanso era una opción más que cercana a la realidad, pero no para Luka Modric. En el 41', abrió la lata con una pincelada de la indiscutible calidad que sigue atesorando en sus botas. El croata bajó un balón con el pecho y, tras el bote, encañonó desde 25 metros con un derechazo que cayó como una bomba en la portería del Girona. Voló Gazzaniga a su izquierda, pero apenas pudo rozar una pelota que se fue alejando del guante del portero.
Con ese 1-0, se llegó al descanso. El Real Madrid ya había mostrado alguna que otra posesión larga con la que agregarle algo de cloroformo al partido para su interés. Siguió con esa fórmula en la reanudación, algo que no parecía molestar en demasía a un Girona que, pese al gol encajado, seguía estando en el partido si lo único que pasaba era el tiempo.
Los blancos sí estuvieron cerca de la sentencia en un zapatazo lejano de Lucas Vázquez al más puro estilo Valverde en el 53'. Pero más cerca se quedaron en el 58', cuando Vinicius soltó un derechazo potente y colocado que solo el larguero apartó de ser el 2-0. Ya en el 62', Krejci se cruzó entre Mbappé y Gazzaniga para meter la pierna y salvar el tantod el francés.
El ritmo era menor que en el primer tiempo, pero las pulsaciones iban en aumento conforme se acercaba la fase final y decisiva del choque. El Girona se empezó a crecer, al menos territorialmente hablando, ante un Madrid falto de la determinación de otras tardes. Sus acercamientos pocas veces fueron ocasiones y nunca claras, pero los catalanes avisaron con un chut desviado de Asprilla en el área tras irse de Mendy.
Con el final a la vuelta de la esquina, Míchel movió el equipo y arriesgó algo más. Pero este movimiento no se tradujo en premio alguno para él y sí para el rival. Vinicius casi calcó su lanzamiento al larguero, aunque esta vez se le fue por encima, mientras que Mbappé tuvo el 2-0 en sus botas en el 80', pero le salió centrado un remate tras un gran control en el área. Y en el 83', llegó la sentencia.
Vinicius condujo un balón que aguantó hasta que Mbappé se salió del fuera de juego. Jugó entonces con el francés, que le habilitó con un pase al espacio en el área. De primeras, el brasileño remató suavemente una pelota que, tras rozar en Blind, se fue al fondo de la portería y terminó con el partido. No quería el asistente que así fuese, ya que buscó su gol hasta el último segundo, pero no era su tarde. En la última jugada del partido, el pie de Gazzaniga le negó el tanto antes de un pitido final que deja la Liga tal y como estaba.