Casi todo el peligro del Villarreal, en su gran noche en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid, fue a cuenta de Samu Chukwueze. Fue el nigeriano, con diferencia, el protagonista de la noche. Fue el niño del cumpleaños en el parque de bolas, donde todos juegan, todos sudan, todos corren y todos se lo pasan en grande, pero los regalos y la atención es para el de la corona en la cabeza.
Mientras otros partidos de la Liga Española parecen aburridas reuniones de mayores con caras serias, pocos colores y menos alegría, lo del Real Madrid-Villarreal fue todo lo contrario. Siguiendo con el simil, todos aceptaron que esto sería una cosa de niños, de juego, de diversión y de pocas normas. Nada de miedo, nada de centrocampismo ni de racaneo. Una tú y otra yo, parecían decirse ambos equipos. El dominio fue por fases, pero Chukwueze fue más resolutivo y decisivo que ningún otro.
Empezó mejor el Madrid. No es que estuviese mal el cuadro visitante, pero sí salió algo blando, lo que invitó a los blancos a pellizcar más de una vez. Increparon con un par de córneres seguidos antes de que el encuentro tomase aire con una pequeña tregua antes de que se desatase todo. Justo cuando los de Setién se iban desperezando, llegó el 1-0.
Vinicius probó suerte con un disparo al palo más alejado que no entró por poco. Fue el aviso. En el 16', Asensio se asoció con el brasileño con un balón al espacio y este se la devolvió, casi sobre la línea, al '11'. El balear buscó un centro raso con fuerza al área y la bola, tras dar en Mandi, fue al muslo de Pau Torres antes de alojarse en el fondo de la portería.
Chukwueze se pone juguetón
La reacción no pudo ser mejor de los castellonenses. Baena probó a Courtois con un disparo centrado antes de que Chukwueze empezase a pasárselo pipa. Tras dos buenas intervenciones de Reina ante Benzema y Rodrygo, el nigeriano se fue de Nacho y Ceballos, de este con un caño tras alguna bicicleta en el área, y finalmente soltó un zurdazo cruzado que se fue fuera por poco. Nacho aún no lo sabía, pero no sería, ni mucho menos, el primer dolor de cabeza que le daría.
El Villarreal siguió creciendo y se hizo dueño y señor del primer tiempo hasta el descanso. Vini, en un robo protestado por los amarillos, dio el susto a un equipo que poco más sufriría hasta el 45'. Courtois tuvo que estirarse para rechazar un tiro de Baena, que volvió a probar suerte poco después con un disparo desviado. Y antes de marcar su primer tanto, Chukwueze alertó de que estaba juguetón con un disparo de primeras que encontró buena respuesta de Courtois.
Y en el 39', cumplió su amenaza. Recibió en la frontal del área y dejó roto a Nacho, que pensó que iba a abrir a la derecha, donde había un compañero, y, ya sin marca, fusiló a Courtois con un potente zurdazo. Era su primer dulce del cumple. Pero no sería el último. De hecho, acabó felizmente empachado.
El 1-2 estuvo cerca de llegar poco después con un remate de Foyth que se envenenó y exigió un paradón de Courtois. También la tuvo el Madrid, con un cabezazo desviado de Benzema, antes del descanso, pero el 1-1 ya no se movería del marcador.
Samu reina en la locura
El segundo tiempo fue aún más 'sabrosón'. Y desde bien pronto. De hecho, en el 48' marcó el Madrid, en el 53' perdonó la sentencia y en el 58' le anularon un gol al Villarreal. Así, por resumir. Ancelotti metió a Militao por Alaba para una segunda mitad que comenzó con el tanto de Vinicius.
El brasileño fue lo más parecido a Chukwueze en el lado local, pero le faltó la decisión. Hizo mucho y, por momentos, el partido fue un Amigos de Vinicius vs Amigos de Chukwueze, pero tuvo más colmillo el nigeriano. Y eso que el '20' se marcó una gran jugada para poner por delante al Madrid. La Todo empezó con un control con la espalda de Vinicius en la izquierda. Jugó con Ceballos, que le acabaó devolviendo el balón para que el brasileño iniciase una carrera hacia el área. Se fue de uno, primero, y de dos, con caño incluido con la puntera de su bota zurda, antes de definir ante Reina con el interior.
Esa definición con tranquilidad, seguridad y éxito fue lo que le faltó en posteriores jugadas. En el 53', Asensio se la robó a Trigueros y Benzema recibió el balón y sirvió para el brasileño, que quiso buscar el palo más corto. Engañó a Reina, pero se le fue al lateral de la red su disparo.
Como suele ser habitual, el Madrid metía miedo en los rápidos contragolpes de sus puntas, pero ni Benzema ni Rodrygo estaban en su mejor noche. Poco a poco, fue el Villarreal el que mejor pisaba área y solo un Yéremy Pino que tampoco estuvo de dulce evitó que la balanza cayese hacia la visita antes de tiempo.
Tras varias acciones peligrosas malogradas por el '21', y después de un gol anulado a Mandi, llegó, en principio, un segundo tanto invalidado. Y de nuevo con Chukwueze de por medio. El Villarreal empató por medio de Morales tras una buena internada del nigeriano por la derecha, una cesión de Trigueros y un disparo a la segunda del ex del Levante. De primeras, vieron fuera de juego del bueno de Samu, pero el VAR desmontó esta teoría.
El 2-2 desató la locura absoluta en la que supo reinar Chukwueze. Viniciys y Rodrygo avisaron antes de que Foyth, con un remate que se fue llorando cerca del palo, metiera el miedo al Bernabéu. El miedo acabaría siendo un aviso real de lo que llegaba, si bien lo pudo evitar Asensio, con una volea tras pase de Modric que atrapó Reina.
Pero lo que llegó fue el 2-3. En el minuto 80, se fue de Nacho de nuevo y, esta vez y desde la frontal, se sacó un zurdazo a la escuadra ante el que nada pudo hacer Courtois. Así llegó el gran regalo de la fiesta del '11'.
Parecía que la locura se desataba aún más, pero el penalti que pitó Alberola Rojas por mano de Mandi en el 83' quedó invalidado tras la revisión en el monitor. Desinfló al Madrid esta decisión, y los de Ancelotti apenas se acercaron en disparos sin demasiado peligro de Rodrygo y Nacho y en un par de faltas peligrosas que no pasaron a mayores.
El pitido final confirmó un adiós para nada secreto del Madrid a la Liga, con el Barça a 12 y con opciones de ponerse a 15. Ahora, la segunda plaza también peligra para un equipo que parece poner todos los huevos en las cestas de la Copa y la Champions. Esta competición, precisamente, es la que quiere jugar el Villarreal el año que viene, un sueño para el que dio un gran paso hoy en el Bernabéu, en el cumple de Chukwueze donde todos se divirtieron pero solo él se llevó los regalos.