Si la pelota no quiere entrar...

En el fútbol, lo primordial es meter el balón en la portería contraria del otro para poder optar a la victoria. Pero cuando la pelota no quiere entrar, pues no entra. Con una sensación agridulce se marcharon del Reale Arena Real Sociedad y Las Palmas, en un partido en el que ambos conjuntos gozaron de oportunidades como para haber movido el marcador.
Oyarzabal tuvo la más clara con un lanzamiento directo a la madera al igual que Sandro. Además, Jaime Mata y Moleiro se toparon con la figura de un Remiro que por algo es el guardián con más porterías a cero de las 5 ligas europeas (10). Quizá a los donostiarras les afectó más porque perdieron una buena ocasión para colarse en puestos europeos. Los amarillos, en la lucha por la salvación, hicieron bueno este empate tras las dos victorias consecutivas que lograron ante Barcelona y Valladolid.
La Real Sociedad, con esa mirada fija en los puestos europeos, salió decidida a por Las Palmas y dominó los primeros minutos sin despeinarse. El cuadro de Imanol Alguacil apretó de lo lindo a su oponente y también fue capaz de recuperar el balón en un espacio corto de tiempo. Fruto de ello llegaron los acercamientos, como el de Sergio Gómez, cuyo disparo se marchó rozando el palo izquierdo, y el de un Zubimendi que se le fue la pelota muy arriba.
El equipo de Diego Martínez estaba sometido, pero de la nada consiguió cambiar la dinámica y metió el miedo en el cuerpo a su oponente. El conjunto amarillo contrarrestó ese inicio local con dos ocasiones muy claras como para haberse adelantado en el marcador. La primera la protagonizó Jaime Mata, en un error en la entrega de Zubimendi hacia Remiro, que se hizo gigante bajo palos con un pie milagroso. El delantero 'pío-pío' no se lo creía. Y la segunda fue de Moleiro, que recibió muy solo al segundo palo de Javi Muñoz y vio cómo el guardameta le ganó la partida con una gran estirada.
Y del posible 0-1 se pasó en cuestión de minutos al posible 1-0. A Oyarzabal, que dio un aviso previo en el 23', le quedó la pelota muerta en el área en un mal despeje de Mika Mármol y la estrelló en la madera. Era prácticamente un penalti y el capitán donostiarra falló lo que un delantero no puede fallar.
A partir de ese momento, el encuentro bajó sus prestaciones. La Real Sociedad se centró en tener más el balón, mientras que Las Palmas se limitó a esperar y a dejar correr el tiempo. Una recta final del primer acto muy discreta que dio paso a otra segunda mitad.
Tras la reanudación, la Real Sociedad dio un pasito adelante que le permitió estar continuamente en campo contrario. Las Palmas se defendió con uñas y dientes y lo hizo a las mil maravillas, demostrando que es otro equipo completamente distinto desde la llegada de Diego Martínez. El técnico ha sabido cortar de raíz la debilidad defensiva hasta el punto de convertir al cuadro amarillo en un conjunto difícil de hacerle gol.
Y cuando atrás estás bien, arriba tienes que cumplir. Y en el 56', Moleiro vio con el rabillo del ojo la entrada de Sandro y le puso un balón perfecto que mandó a la cruceta. A los visitantes se les complicó un poco el partido con la lesión de Moleiro, que se marchó lesionado, y con la entrada de Barrenetxea, que revolucionó por completo a los 'txuri-urdines'. De hecho, el atacante, nada más entrar, contó con una buena ocasión para abrir el marcador. Zubimendi le metió un pase medido y su remate lo rechazó Cillessen con una gran estirada.
La Real se vino arriba y ya no dejaba hacer a los amarillos. Barrenetxea ejerció de líder en las operaciones ofensivas y Essugo se erigió como el recuperador 'pío-pío'. Si un compañero perdía el balón o se quedaba expuesto, el luso estaba allí para ayudar y cortar el avance del oponente. Su partido fue un claro ejemplo de lo que es un 'box to box'.
Ya en la recta final, Cillessen se empleó a fondo de nuevo en un chut de Sergio Gómez, que se topó con el neerlandés en primera instancia y luego mandó la pelota a las nubes en el rechace. No hubo tiempo para más y tanto la Real Sociedad como Las Palmas tuvieron que conformarse con el empate. Los de Imanol Alguacil son séptimos con 25 puntos, los de Diego Martínez se mantienen en esa 14ª plaza con una distancia de 5 puntos sobre el descenso.