El descaro da sus frutos
Si cuentas pocos complejos, más opciones tienes de brillar en el fútbol profesional. El Rayo Vallecano no quiere revivir las complicaciones del pasado y comprobó que el descaro da sus frutos. Los que significaron la campanada de la jornada inaugural en Primera División. La valentía del equipo de Íñigo Pérez venció a la Real Sociedad por 1-2 gracias a las aportaciones goleadoras de Jorge de Frutos y Sergio Camello. Martín Zubimendi obró el tanto que recortó distancias, pero ya fue demasiado tarde para pensar en el milagro del empate. Llegó en el añadido del añadido.
Un atrevimiento visitante que puso en evidencia la idea de Imanol Alguacil. Cuesta despedirse de las vacaciones y las sensaciones del cuadro 'txuri-urdin' no fueron las mejores. No como para hacer saltar las alarmas en San Sebastián, pero sí para apuntarse los deberes en la agenda. No pudo derribar el muro de la franja y la desesperación fue el motor de su conducción hasta el pitido final. Excesivas tarjetas amarillas y, sobre todo, falta de puntería en zonas determinantes. Todo lo contrario para el conjunto capitalino, al que le salió absolutamente todo. Ni en sus mejores sueños.
El arranque se pudo describir con un sinfín de calificativos. Los visitantes superaron las expectativas con la valentía por bandera. Porque hay que ser presumido para querer marcar de rabona en el séptimo toque de la temporada. Randy Nteka puso el balón en juego. Óscar Valentín e Isi Palazón triangularon para abrir a Adrián Embarba. En su regreso al pueblo, el '21' dibujó el envío en largo hacia Andriu Ratiu. El del pelo azul se aprovechó del despiste de Álex Remiro, pero no supo vencer a Jon Pacheco con el recurso de los traviesos. Entre la épica y la incredulidad en los presentes.
Con el sabor agridulce en el paladar, los de rojo mantuvieron la presión para entorpecer la creación local. Beñat Turrientes fue la llave con la que su equipo consiguió carburar el ataque conforme el paso de los minutos. De hecho, el '22' aprovechó una combinación con Brais Méndez para plantarse en la frontal del área. Creó el espacio y armó el tiro con violencia hacia el marco de Dani Cárdenas. Para su desacuerdo, el esférico se marchó por encima del larguero. Además, Sheraldo Becker no estuvo fino con un tímido zurdazo desde la jaula que acabó manso en los guantes del meta rival.
Fallos en numerosas decisiones, carencias en la finura del último pase y lo que vino a ser un estreno en estado puro. Muy de verano con el resultado gafas en el marcador, que se mantuvo en el tiempo de descanso. Antes de ello, Mikel Oyarzabal protestó un posible penalti de Pacha Espino. Hernández Hernández no consideró punible el contacto del lateral izquierdo sobre el capitán 'txuri-urdin'. Sin olvidar el intento de Florian Lejeune de anotar la primera falta directa de la temporada desde Vallecas. Por el bien de la diversión popular, la segunda mitad debía brindar espectáculo.

Y ese giro de tuerca empezó en el banquillo. Imanol Alguacil introdujo a Martín Zubimendi a la vez que Íñigo Pérez apostó por el recién llegado Gerard Gumbau. Modificaciones en la medular... que pudieron salir muy caras. El nuevo mediocentro de la franja pecó de confianza y Take Kubo le birló la cartera. El nipón envió al espacio de Sheraldo Becker, quien se plantó en área rival. Andriu Ratiu hizo los deberes del incordio y molestó lo suficiente como para entorpecer el intento del 1-0. Porque lo que apareció en San Sebastián fue el premio al desparpajo. Esto es solo apto para valientes.
El Rayo Vallecano tuvo la personalidad de golpear a la Real Sociedad donde más duele. En jugadas que evidencian serios problemas propios. Abdul Mumin se convirtió en mediapunta por instantes y condujo una posesión que él mismo ganó. Consiguió abrir hacia la posición de Jorge de Frutos, quien jugó con los sentimientos de Javi López. Doble recorte que sonrojó al nuevo lateral izquierdo 'txuri-urdin' y remate potente con altura para superar a Álex Remiro. Silencio sepulcral en el Reale Arena con un 0-1 que no solo llegó para quedarse. También para evolucionar en el 0-2.
Randy Nteka le ganó la partida a Sergio Camello en la titularidad. Sin embargo, el héroe olímpico en París amplió las distancias del luminoso con el tanto de la vergüenza local. Un desajuste defensivo propició la entrega al hueco de Pathé Ciss hacia el nuevo '14' de Vallecas. Ya no es el '34'. Como si fuera el Parque de los Príncipes, se plantó en el mano a mano. Con la sangre fría para vencer al '1' anfitrión con una delicada definición de zurda hacia el palo largo. Raso, elegante y a la red. Locura en la banda con los vestidos de rojo y miradas perdidas de incredulidad en sus oponentes.
Ander Barrenetxea protestó un posible penalti de Óscar Valentín superado el minuto 90. Hernández Hernández conversó con el VAR y llegó a la conclusión de que el leve contacto no fue merecedor de la pena máxima. Y el 1-2 definitivo llegó demasiado tarde. Martín Zubimendi le juró amor eterno a su club rechazando al Liverpool. Brais Méndez le devolvió el gesto con el pase que le habilitó dentro del área. Zurdazo inapelable con el que sorprendió a Dani Cárdenas. El problema fue que el colegiado permitió la prolongación hasta el minuto 97... y la diana llegó en el 98'. Se quedó sin tiempo.
El Rayo Vallecano dio la primera lección de la temporada. Cuando juegas sin nada que perder y con las esperanzas de alcanzar nuevos retos, el descaro da sus frutos. Porque Andriu Ratiu quiso marcar de rabona, Abdul Mumin se disfrazó de '10' jugón, Jorge de Frutos mareó a Javi López y Sergio Camello extendió su estado de gracia. Convierte en gol todo lo que toca. Ilusión incalculable en Vallecas y preocupación en la Real Sociedad de Imanol Alguacil nada más empezar. La temporada es muy larga, pero un mal inicio puede desviar la ruta programada al comienzo del viaje.
