El Real Sporting recibió la visita del Leganés en el estadio El Molinón-Enrique Castro Quini, en un partido correspondiente a la jornada 16 de Segunda División. Los asturianos vencieron por 2-1.
Con goles de Campuzano y Cristo González, desde el punto de penalti, lograron los tres puntos frente a los madrileños, que se pusieron por delante gracias a un gol de falta directa de Rubén Pardo, que sorprendió a Diego Mariño.
Se trató de un partido de ida y vuelta, en el que rápidamente pasó a dominar el conjunto local. Los de Abelardo ejercieron una fuerte presión en terreno rival, lo que obligó a éstos a salir por mediación de balones en largo.
A pesar de tener el control de la posesión y las líneas más adelantadas, a los asturianos se les hizo cuesta arriba el choque. Sobre todo con el segundo gol rival. En el 22', una falta directa lanzada por Rubén Pardo acabó en gol.
El centrocampista tiró de picardía y chutó el esférico, que pasó por debajo de la barrera, rozó Campuzano, que intentó despejar sin éxito, y terminó colándose por el primer palo de la portería defendida por Mariño.
Poco tiempo tardó en poner el empate el equipo rojiblanco. A los dos minutos, en el 24', Campuzano puso las tablas en el marcador. Pero el colegiado anuló el tanto. Tras un largo suspense de tres minutos mientras era revisado en el VAR, el árbitro dio por bueno el gol.
Ni cinco minutos pasaron para que el videoarbitraje volviera a incidir en el juego. En el minuto 33, se pitó penalti para el conjunto 'sportinguista' y Rubén Pardo fue amonestado con amarilla por tocar el balón con la mano dentro del área.
Desde los once metros, Cristo González no perdonó y ejecutó a la perfección para materializar el gol que les dio la remontada. Con el marcador a favor, el equipo gijonés se marchó al descanso.
Nada más comenzar el segundo tiempo, Campuzano gozó de una oportunidad inmejorable. El delantero se plantó en un mano a mano frente a Riesgo y el meta, que ya fue decisivo en la primera parte, evitó el tercero.
Nyom se jugó la segunda amarilla después soltarle un manotazo a Queipo, pero el colegiado solo le avisó. La acción se quedó en un tiro libre directo. Luego, en el 70', Arnaiz finalizó un buen contraataque para poner el empate definitivo.
Con este resultado, el Real Sporting se marchó del duelo con mal sabor de boca, pues cedió en los últimos minutos y se complicó un partido que tuvo controlado casi en su totalidad. El Leganés, por su parte, rascó un punto.