En mitad de la tormenta... a octavos

Es difícil encontrar las palabras adecuadas para resumir la épica del Villarreal ante el Rennes. A 'grosso modo', el 'submarino amarillo', en mitad de la tormenta, certificó su presencia en los octavos de final de la Europa League. Por la vía rápida. Olvidándose del 'play off' contra los eliminados de la Champions League. La 1ª vez de Marcelino García Toral logrando esta hazaña a los mandos de la tripulación.

El 2-3 final significó el liderato del Grupo F gracias a los goles de Gerard Moreno, Ilias Akhomach y Dani Parejo. Lorenz Assignon y Ludovic Blas igualaron el asunto en 2 ocasiones y el 1º de los mencionados vio cómo le anularon el 3-3 en el minuto 102. Enzo Le Fée cometió infracción por doble toque después de impactar una falta directa en la madera custodiada por Pepe Reina. De guion candidato al Oscar.

De la nada al todo

El partido fue la representación gráfica de cómo pasar de la nada al todo. Y en el momento más inesperado. Antes de ello, Dani Parejo no consiguió rematar un balón suelto en la frontal. La 1ª reseñable, a los 25 minutos. Pues bien. En la acción más tonta, Jeanuël Belocian derribó a Álex Baena en el área y el VAR entró en escena: penalti. Sangre fría y a la cazuela. Gerard Moreno le ganó la psicológica a Steve Mandanda. 0-1.

En este preciso instante, el asunto cambió. Atilla Karaoglan le mostró la amarilla al '7' por, presuntamente, provocar a la afición rival con su celebración. La realizó mirando a cámara. Esto tuvo que sacar a los visitantes del partido porque el empate llegó segundos después. En apenas 6 toques. Enzo Le Fée desplazó en largo después de recibir el saque de centro. El resto fue una mezcla entre lo impresionante y lo vergonzoso.

Se le fue de las manos

Lorenz Assignon controló con el pecho y, posteriormente, recortó a Adrià Altimira como si fuese un objeto inmóvil. Apenas sin ángulo y entre las piernas de Pepe Reina. Así entró el cuero en el fondo de la red. 1-1. El despiste le costó bien caro al Villarreal puesto que, con dicho resultado, no le quedaba otro remedio que estar en el 'play off' previo a la eliminatoria de octavos de final. Donde, sí o sí, te enfrentas a un caído de la Champions League.

Para el colmo visitante, al colegiado turco se le fue de las manos. Las protestas continuadas, los parones de juego constantes y el carrusel de tarjetas amarillas levantó una tensión sobre el césped que podía provocar cortes de electricidad en Francia. Ah, y el posible penalti sobre Álex Baena que no pitó. Decidió indicar falta en ataque del '16', cuando en ningún momento se apreció dicha situación. Surrealismo en estado puro.

Doble alarma

Por desgracia, las lesiones y la doble alarma fueron las máximas de la reanudación. Juan Foyth no pudo continuar en el Villarreal, al igual que Benjamin Bourigeaud en el Rennes. Marcelino García Toral apostó por reconstruir la pizarra con Ramón Terrats, mientras que Julien Stéphan colocó a Ludovic Blas en la contienda. Acto siguiente, Steve Mandanda adivinó las intenciones de Álex Baena y atrapó su intento de vaselina.

El 'submarino amarillo' necesitaba adoptar mayor velocidad y la encontró en el hombre de siempre. Gerard Moreno. No se entiende el fútbol de La Cerámica sin el '7'. Es más, fue él quien inició la jugada que desembocó en el 1-2. La acción por la que comenzaron a esquivar a los eliminados de la gran competición continental. Y de qué manera porque la cosa no quedó ahí. Mejor ir por partes.

De película

Ilias Akhomach dibujó regates en área rival y, con la fortuna de su parte, coló la redonda donde mandan los cánones. Sin embargo, Ludovic Blas demostró la calidad que reina en su zurda y un sencillo remate desde la frontera le sirvió para materializar el 2-2. Pero espérate, que Dani Parejo se asoció con Álex Baena y silenció Roazhon Park en los segundos posteriores a las tablas.

Y cuando creías que no podía ir a más, lo hizo. Y de qué manera. De película. En primer lugar, Matteo Gabbia dio el susto. La cabeza del italiano impactó sobre la rodilla de Raúl Albiol. Sus rivales pararon el juego porque pareció grave desde el primer momento. Y lo mejor, siempre para el final. Lorenz Assignon consiguió subir el 3-3 al marcador. ¿Pero qué pasó? Que el VAR le ordenó a Atilla Karaoglan anular la diana por doble toque de Enzo Le Fée después de impactar la falta directa en la madera. Damas y caballeros, esta es la Europa League y el Villarreal está en octavos.