Quizás es la palabra que más suena en la Ciudad Condal. Construcción. Desde luego que los cimientos no están bien fijados porque el Barcelona firmó el ridículo ante el Royal Antwerp. El conjunto belga dijo adiós a la Champions League por la puerta grande. Venciendo por 3-2 y levantando el 2-2 de Marc Guiu en cuestión de segundos. Sobre la bocina. Obra de George Ilenikhena. De esas cosas que no te las crees hasta que las ves con tus propios ojos.
El cuadro de Mark van Bommel aprovechó los fallos de su rival para estrenar su casillero de victorias continentales esta temporada. En la oportunidad final. En el cierre del telón. La peor imagen posible para Xavi Hernández en el momento más desafortunado. Las dudas invaden 'Can Barça' en los prolegómenos de la etapa más trascendental del curso. Cuando los marcadores duelen de verdad. Que esto sirva de aviso.
Condenado por los errores
La peor de las pesadillas se hizo realidad en cuestión de 2 minutos. Incluso menos. Iñaki Peña confió en Oriol Romeu y el centrocampista quedó condenado por los errores. No supo entregar el cuero a banda y se lo regaló a Arthur Vermeeren. La perla belga solo tuvo que colocar el esférico para su beneficio y reventar las mallas. 1-0 y la sensación de estar completamente superado.
Los pupilos anfitriones no se conformaron y buscaron más. Especialmente, méritos para Chidera Ejuke. El delantero nigeriano se propuso armar la gorda por el perfil izquierdo bajo la protección 'culé' de Héctor Fort. Malabares y delicias, aunque sin trascendencia en el resultado. En los números del marcador sí que influyó Ferran Torres. Cuando más lo necesitaba.
Premio a la efectividad
El 'tiburón' de moda en España recogió el premio a la efectividad. En la 1ª manifiesta de la que disfrutó la tripulación celeste. Lamine Yamal hizo de las suyas e improvisó un pase filtrado de fantasía al espacio. El '7' controló como pudo y consiguió rematar a puerta. Jean Butez impactó con el guante, pero no fue suficiente para remediar lo irremediable. Con el 1-1, Marco Guida señaló el camino de los vestuarios.
Bajo la curiosidad de medio recinto vacío por el estado de las gradas -la UEFA no permite su reforma-, arrancó el 2º acto bajo la confianza ciega de Xavi Hernández. No quiso realizar cambios. Solo esperaba mayor incidencia en el juego de Fermín López o el mismísimo Robert Lewandowski. El polaco pasó de no estar convocado a viajar a Bélgica y salir titular. Todo ello con Joao Félix, Pedri o Ilkay Gündogan bien abrigados en el banquillo.
Otra vez
Lamine Yamal se relamió con el 1-2, pero su zurdazo endiablado se encontró con el larguero. Lo que nadie se imaginaba en Amberes es que Oriol Romeu volvería a repetir los ecos del pasado. Otra vez. Otra cantada catastrófica en la creación del juego. La redonda precipitó sobre Vincent Janssen, quien no perdonó ante un Iñaki Peña vendido. Con el 2-1, los huéspedes no tuvieron otro remedio que meter más carne en el asador.
Joao Cancelo, Ilkay Gündogan y Pedri. De una tajada. Xavi Hernández se ahorró las reservas y apostó por buscar la igualdad antes de que fuese demasiado tarde. Y en pleno terremoto 'culé', Chidera Ejuke siguió en 'modo jugón'. Es más, intentó la guinda del pastel con su golpeo desde la larga distancia. El amago de la diana de la jornada se marchó por alto. Y el mago canario pudo empatar el asunto, aunque se le hizo de noche después de regatear como en los videojuegos.
Lo imposible
Volcando el campo sobre su rival, encontró las tablas en la oscuridad por mediación de Marc Guiu. La joya tuvo que salir otra vez al rescate. En esta ocasión, a merced de un cabezazo perfecto a la salida de una falta lateral. Inalcanzable para Jean Butez. 2-2. Hasta que llegó lo imposible. Lo que no puedes permitir bajo ningún concepto. Que te marquen en la situación posterior al saque de centro debe ser lo más propenso para gritarlo a los 4 vientos. "Tierra, trágame".
Después de efectuar el milagro y celebrar que el VAR le perdonó correctamente la expulsión a Sergi Roberto minutos antes, las miradas apuntaron a George Ilenikhena. El ariete que sustituyó a Vincent Janssen. El elegido por el destino. Consiguió plantarse en un mano a mano clamoroso contra Iñaki Peña. Definición cómoda y a la cazuela. Cuando el Barcelona todavía festejaba la igualdad. Los cimientos de Montjuïc tiemblan y el ridículo en la construcción tendrán que tomárselo como un aviso a navegantes. La clasificación no perdonará en los octavos de final.