Un trámite a base de rojas

El Real Madrid finiquitó su listado de duelos a domicilio en esta Liga 2024-25 con una victoria por 0-2 ante un Sevilla en descomposición y más pendiente de la guerra abierta entre la afición y la directiva. En un choque con nada en juego, los blancos se impusieron gracias a los tantos de Mbappé y Bellingham en un duelo en el que los hispalenses se vieron con dos jugadores menos antes del minuto 46. Un guion tétrico para una tarde rara como mínimo.
Con las gradas a medio llenar en señal de protesta contra la directiva, el Sevilla arrancó el partido a la expectativa, con un Real Madrid que sobaba el balón y lo movía de lado a lado sin demasiada prisa. El único que parecía algo más excitado era un Kylian Mbappé en plena lucha por el 'Pichichi'. El galo no paraba de ofrecerse y tirar desmarques para sus compañeros, algo que comenzó a inclinar la balanza del lado blanco.
En uno de esos ofrecimientos al espacio, Bellingham vio claramente al francés y le puso un balón medido y exquisito. El '9' ya se relamía imaginando su control y el mano a mano ante Nyland, pero su compatriota Badé le despertó con un agarrón claro. Mateo Busquets no dudó y le mostró una roja que, aunque protestada por el protagonista y el cuadro hispalense, parecía clara y fue ratificada por el VAR.
Con uno menos desde el minuto 12 y un ambiente enrarecido en el mejor de los casos, la tarde pintaba fea, muy fea, para el Sevilla. Sin embargo, pese a quedarse con uno menos, el equipo de Joaquín Caparrós estuvo muy bien plantado y a duras penas sufrió en la primera parte. Solo un genial recorte de Güler (con un posterior disparo de Endrick) y una galopada de Mbappé que Gudelj pudo incomodar lo justo llevaron el miedo a la parroquia local. De hecho, la más clara del primer acto fue para el Sevilla, pues García Pascual, en el añadido, se plantó ante Lunin tras robarle la cartera a Jacobo Ramón, pero el joven delantero no acertó a definir ante el ucraniano.
Si la primera parte arrancó con una roja más o menos tempranera, lo de la segunda parte rozó lo cómico. Caparrós dio entrada al descanso a Isaac Romero por Lukébakio. ¿Qué hizo el '7'? A los 20 segundos se arrojó pasado de revoluciones a por un balón y se llevó puesto con la plancha por delante a Tchouaméni, arrastrando encima los tacos sobre la pierna del galo. El colegiado mostró solo amarilla en un principio, pero fue llamado desde el VAR y rectificó su decisión: otra roja y el Sevilla se quedaba con 9.
La segunda roja mató por completo cualquier atisbo o idea de ir al ataque del conjunto hispalense, intensificando para la segunda parte el monólogo de un Real Madrid que, eso sí, no terminaba de encontrar las ocasiones, en gran parte por la falta de velocidad y mordiente, algo lógico por el contexto del duelo.
Pese a ello, la situación sobre el césped y la diferencia entre ambos equipos invitaban a pensar en que el gol visitante era cuestión de tiempo. Valverde y Mbappé estuvieron muy cerca de estrenar el marcador, con Gudelj y el larguero evitando sus tantos. Sin embargo, el galo insistió y encontró la recompensa del tanto con un disparo cruzado desde cerca de la media luna del área en el 75'.
Con la botella por fin descorchada, el trabajo estaba hecho para un equipo que siguió acumulando posesión ante un Sevilla cuyos jugadores querían pero no podían y una afición que apuntaba directamente al palco en un duelo marcado desde la previa por las protestas contra la directiva. Los últimos minutos solo sirvieron para seguir enfangando el ambiente y para que Bellingham, tras una asistencia de cabeza de Gonzalo, pusiera el definitivo 0-2 en el 87'.