El Sporting se clasificó para los octavos de final de la Liga Europa después de doblegar con claridad al Midtjylland (0-4), mermado por la expulsión de Paulinho al filo del descanso cuando aún tenía opciones de sacar su billete para la siguiente fase.
El jugador brasileño, en apenas dos minutos, entre el 36 y el 38, recibió dos cartulinas amarillas que acabaron con su concurso en el encuentro y con casi todas las opciones de sus compañeros de seguir en la competición. A todos, se les escapó de las manos una oportunidad única, alcanzar por primera vez en su historia los octavos de final de una competición europea.
Por eso, el Midtjylland saltó al terreno de juego del MCH Arena bien arropado por una afición deseosa de ver la clasificación de los suyos hacia una ronda nunca vista. Hasta ahora, la frontera de los dieciseisavos sólo la alcanzó en una ocasión, en el curso 2015-16, cuando el Manchester United fue su verdugo.
A un sólo paso de los octavos, el técnico del Midtjylland, el español Albert Capellas, tenía un resultado más que aceptable del choque de ida. El 1-1 que consiguió en Lisboa más el buen estado de forma de su estrella, Gustav Isaksen, generaron una ilusión respetable en las filas del cuadro danés.
Sin embargo, la propuesta del conjunto danés naufragó en la primera parte, en la que perdió casi todas sus opciones de firmar la gesta de pasar de ronda. Los hombres de Capellas anduvieron perdidos y siempre superados por el Sporting, que acaparó la mayoría de la posesión, controló todos los tiempos del juego y con salidas rápidas generó mucho peligro.
Aún así, hasta el minuto 19, con un disparo de Ricardo Esgaio, el Sporting no encontró la portería defendida por Jonas Lössl, que tuvo una intervención sencilla antes de encajar el tanto de Coates. El uruguayo selló la superioridad del cuadro luso con un cabezazo a la salida de un córner con el que cerró el círculo del primer encuentro.
Coates, en la ida, se encargó de empatar el choque sobre la bocina. En la vuelta, él mismo abrió la lata y destapó el tarro de las esencias para el Sporting, que después desperdició un mano a mano clarísimo de Marcus Edwards. El medio inglés intentó picar la pelota por encima de Lössl, que no cayó en la trampa y dejó sin premio al jugador del cuadro portugués.
Después, la expulsión por doble amonestación de Paulinho terminó de cerrar el partido. Quedaba por delante toda la segunda parte y, con un tanto por detrás y con diez hombres, el Midtjylland prácticamente estaba fuera.
Aún tuvo Isaksen los arrestos de intentar probar a Antonio Adán después de firmar una gran internada por la banda izquierda. Pero aquel intento fue un espejismo, porque el Sporting no desperdició su superioridad numérica y Pedro Gonçalves, con un zapatazo desde el borde del área, acabó con cualquier esperanza para el Midtjylland.
Después, Gonçalves repitió celebración en el 0-3 y Stefan Gartenmann, con un increíble tanto en propia meta, terminó de cerrar una noche desgraciada para el equipo danés marcada por la expulsión de Paulinho.