El Cádiz consiguió que el Trofeo Ramón de Carranza se quedase en casa gracias a una gran segunda parte en la que el conjunto de Álvaro Cervera fue ampliamente superior al del Cholo, logrando un meritorio empate en los minutos finales.
Los primeros minutos de encuentro transcurrieron sin demasiados sobresaltos, con mayor posesión por parte del Atlético de Madrid -algo que se podía intuir de antemano- pero sin apenas acciones ofensivas de interés.
La primera con cierto grado de interés llegó en el minuto 16, cuando un disparo de falta de Thomas Lemar se fue cerca de la portería defendida por David Gil. Pocos instantes después, Arzamendia tuvo que ser sustituido por el Pacha Espino debido a una lesión muscular.
Los rojiblancos mantenían el esférico en su dominio, mientras que los gaditanos, fieles a su estilo, se mantenía agazapados atrás esperando alguna posibilidad para salir a la contra. Entre toda esta pasividad apareció Yannick Carrasco para romper el 'status quo' en forma de gol.
Giuliano Simeone ejecutó un pase de tacón algo defectuoso, que llegó a los pies de Espino. No obstante, el lateral se hizo un lío y terminó dejándole el balón en bandeja al extremo belga, que fusiló la portería local para poner el 0-1. Así finalizó una primera mitad en la que hizo su debut, sin demasiados sobresaltos, Rodrigo de Paul.
Otra historia, otro Cádiz
Cualquier parecido entre lo visto anteriormente y lo que estaba por venir era pura coincidencia. El equipo de la Tacita de Plata salió decidido, no solo a empatar, sino a llevarse el partido. Los Perea, Iza Carcelén o José Mari llevaron la voz cantante en todo momento.
De hecho, fueron múltiples las ocasiones para lograr el empate mucho antes de lo logrado. En el 60' Camus despejó el balón sobre la línea de gol, previo centro de Akapo que se fue envenenando tras tocar en un defensor.
Los andaluces olieron sangre y fueron a pecho descubierto. Alberto Perea fue un auténtico dolor de cabeza para la defensa 'colchonera', con sus constantes internadas y desmarques. De hecho, en el 63' tuvo el empate, pero Oblak detuvo su tiro a bocajarro.
En el 78' la volvió a tener el de Albacete, y de nuevo el portero esloveno desvió el cuero como pudo. Pero a la tercera fue la vencida. Ocho minutos después, Perea cogió el balón en la izquierda, y ni corto ni perezoso se marcó una gran conducción hasta la frontal del área, con un derechazo posterior que entró ajustado al palo.
Ese tanto suponía que el encuentro se iba a la tanda de penaltis, en la que el conjunto amarillo siguió demostrando la superioridad que venía mostrando. No hubo color. José Mari anotó el primero, Saúl falló el siguiente y el resto de jugadores fueron anotando, uno tras otro, hasta que Giuiliano Simeone tiró el balón fuera para dejar la tanda en un justo 4-2 y evitar que los madrileños se llevasen a la capital su noveno Carranza.
August 4, 2021