Monterrey derriba la puerta de octavos a cañonazos

Monterrey ya está en octavos de final del Mundial de Clubes. Con Sergio Canales en el banquillo y sin minutos, los pupilos del español Domènec Torrent lograron acabar segundos de grupo al derrotar al Urawa Red por 0-4 y beneficiarse de la derrota de River Plate por 2-0 ante el Inter de Milán.
Los mexicanos pudieron poner sus ojos pronto en el otro partido del grupo. En solo 9 minutos, Deossa, Berterame y Tecatito sentenciaron el partido con goles en el 30', el 34' y el 39'. El primero y el tercero llegaron con cañonazos desde fuera del área, con ayuda de un blandito Nishikawa en el tanto de Deossa.
El Urawa Red, como ha hecho en toda la fase de grupos, compitió, aunque más en ataque que en defensa. Todavía muchos no se explican el porqué de la suplencia de un Thiago Santana que agitó y mejoró al cuadro nipón en la segunda mitad, aunque, antes, Matheus Sávio, Watanabe y Matsuo dieron algo de trabajo a la zaga 'rayada'.
Monterrey, guiado por un Tecatito 'on fire' y un peligroso Deossa, rozó el 1-0 en los minutos iniciales con un cabezazo de Alvarado al larguero en el 4'. Los japoneses respondieron con centros peligrosos desde la izquierda de Sávio, que también intentó algún que otro gol olímpico en el partido, desde la izquierda y con una buena ocasión de Matsuo que mandó al lateral de la red. Pero se olía que, con la necesidad mexicana y la permisividad atrás del Urawa, los de Torrent no tardarían en meterle presión a Inter y River.
Tras un tiro desviado de Alvarado desde la frontal con el portero fuera de posición, llegó el primer tanto del encuentro. Deossa no encontró demasiadas trabas en tres cuartos y, desde unos 25 metros, se sacó un zurdazo que acabó en el fondo de la portería. Nishikawa pudo hacer más con un balón que, aunque llevaba algo de efecto, se coló por el centro de la portería.
El 0-1 llegó antes del 'cooling break'. Y el 0-2, justo después. Berterame, el máximo goleador del equipo, no había aparecido en su mejor faceta hasta ahora en el torneo, pero se desquitó en el 34'. Recibió la izquierda del área un balón de Tecatito y, con un remate ajustado y raso con la derecha al palo más alejado, amplió una ventaja que colocaba, en ese momento, a su equipo en el liderato con el 0-0 entre italianos y argentinos.
Y sin apenas tiempo para digerirlo, el Urawa Red encajó el tercero. Tecatito se sacó un disparo perfecto que, de no haber entrado, le podría haber costado una buena bronca de Deossa. Este estaba abierto y con espacio a la derecha, pero Corona decidió soltar una bomba que cayó en el destino deseado. Nishikawa se estiró, pero apenas pudo ver cómo el balón entraba pegado a su palo derecho.
Antes del descanso, Deossa quiso sacar tajada del punto débil del meta rival y dejó otros dos trallazos desde lejos que rozaron el 0-4. En el primero, la bola casi rozó el larguero, mientras que el portero sí acertó a repeler el segundo con una buena parada a una mano.
El partido quedó visto para sentencia antes de un descanso en el que, en el otro partido, se mantenía el 0-0. En la reanudación, el Urawa mejoró sus prestaciones con Thiago Santana en el campo y honró, una vez más, a los numerosos y animosos seguidores nipones que le daban algo de color junto al fondo 'rayado' a un desangelado Rose Bowl.
Los japoneses, sin embargo, no encontraron el premio del gol pese a un buen ramillete de llegadas y disparos desviados. Con el paso de los minutos, Monterrey miraba más al partido en el que River necesitaba marcar para sacar a los mexicanos de los octavos de final. Pero lo que llegó fue la roja a Martínez Quarta y el gol de Pio Esposito que prácticamente sentenciaban el grupo.
'Rayados', con Ramos en área rival buscando su gol como loco, fue administrando los minutos tras el arreón de un Urawa Red que buscó hasta en dos ocasiones mas el gol olímpico sin éxito por muy poco. Los nipones llegaron a marcar el gol del honor, pero el tanto de Thiago Santana, ya en el añadido, fue anulado por un fuera de juego posicional de un compañero.
El Inter sentenció con el 2-0 y los mexicanos, que ya se sabían segundos de grupo, redondearon su goleada con el doblete de Berterame, que remachó un balón sin dueño en el área chica en el minuto 97. De esta forma, Monterrey llega a octavos con la moral por las nubes y con el Borussia Dortmund como primer escollo para seguir soñando en las eliminatorias.