El Valencia gana otra guerra y deja a Pimienta al filo del abismo

Felicidad plena en Valencia. Y es que el conjunto 'che', que hace no mucho estaba pasándolas canutas en el fondo de la clasificación, completó una semana apoteósica para ampliar su ventaja sobre la zona de descenso. Los de Carlos Corberán hicieron todavía más buena la victoria en el Santiago Bernabéu con un triunfo trabajado ante el Sevilla, un rival de su misma liga (0-1).
Una maniobra de Javi Guerra al filo del descanso desató la euforia en Mestalla, que ya ve muy lejos su mayor preocupación. Ese nerviosismo se lo ha trasladado ahora al cuadro hispalense, que firmó su cuarta derrota consecutiva y que dormirá, a falta de que jueguen el resto de los equipos de abajo, a una distancia de 8 puntos sobre el descenso. Golpe muy duro para un equipo al que le anularon un penalti y un gol y también para García Pimienta, que podría caer por la pasarela del barco del equipo andaluz. Caparrós ya está calentando para entrar en juego.
El final de lo comentado en el párrafo anterior contrasta con la buena puesta en escena del Sevilla en el primer tiempo. El conjunto rojiblanco le dejó las cosas muy claras desde el principio a su oponente con una presión muy alta que le permitió robar en muchas ocasiones el balón en plena salida 'che'. Fruto de ello llegaron sendos remates de Lokonga, que desvió Mamardashvili, y de Sow, que se encontró con un defensor local, y también un penalti que, a la postre, fue anulado.
Peque, un incordio por la banda en todo momento, recibió de Lukébakio dentro del área y acabó en el suelo tras un toque de Gayà. Penalti para Sánchez Martínez, no así para un VAR que le mandó al monitor para revisar la acción. El trencilla cambió de parecer porque entendió que el lateral del Valencia tocó la pelota. Esa circunstancia encendió al sevillismo, que acabó completamente desquiciado poco después con un gol anulado a Lokonga. El belga remacha a la red un balón llovido desde el córner izquierdo y el colegiado lo invalida porque el cuero había salido por línea de fondo cuando golpeó Lukébakio.
Esa decisión le vino como anillo al dedo al Valencia, que contrarrestó el buen hacer visitante con una jugada embarullada que acabó con un tiro al palo de Badé, que casi firmó el autogol de la jornada. Conforme se fue acercando el final, el conjunto de Corberán fue ganando confianza y justo en los últimos minutos abrió la veda. Desajuste rojiblanco y Javi Guerra, que se resbaló tras amagar con el disparo, chutó desde el suelo para ponerla en el palo largo de Nyland. Los de García Pimienta se fueron como locos en busca del árbitro para reclamar un posible penalti sobre Isaac Romero en la otra área. Nada.
Tras la reanudación, el Sevilla mostró una imagen muy pobre, demostrando las evidentes carencias que tiene por una nefasta planificación de la plantilla. El técnico rojiblanco ni siquiera le dio un lavado de cara al equipo para al menos intentar reaccionar. Es más, hasta el Valencia pudo haber ampliado la ventaja en un par de acciones. La más clara fue de nuevo de Javi Guerra, al que la madera le impidió firmar un golazo tras una dejada de tacón de Sadiq.
Volviendo al bando andaluz, el conjunto de García Pimienta estuvo inoperante en ataque. Solo se puede librar de la quema Lukébakio, al que Mamardashvili le negó el gol con una estirada que ya es costumbre en cada partido. Nyland también quiso acaparar los focos con una doble intervención, la primera a un cabezazo de Hugo Duro y la segunda a un remate de Diego López.
El noruego mantuvo con vida a un Sevilla al que ni los cambios le santaron bien. Ningún atisbo de reacción. Nada de nada. La caótica situación institucional -con la guerra entre los Del Nido- ha afectado de lleno a la situación deportiva y pinta a que el equipo va a sufrir de aquí hasta el final. 4ª derrota consecutiva y García Pimienta está a un repique de ser despedido. El descenso está a 8 puntos, pero si les da a los de abajo por ganar en esta jornada... El Valencia ya prácticamente puede estar tranquilo porque ya tiene 37 puntos y está en una posición muy ventajosa en la tabla clasificatoria.