Valencia y Sevilla desafiaron a la paciencia del espectador en un partido que comenzó con mucha chispa e intensidad, pero que acabó dejando con ganas de algo a ambos conjuntos. Un empate sin el aliño principal del fútbol: los goles.
Salió con una marcha más el conjunto local en los primeros compases del encuentro. Rápidos y con las líneas más arriba, los pupilos de Baraja se lanzaron cuanto antes a por el 1-0. Sin embargo, poco a poco, esa frescura se fue diluyendo.
De hecho, comenzó a llegar la precipitación en determinados momentos, algo que aprovechó el Sevilla para dar un paso hacia adelante. Sin embargo, los de Quique Sánchez Flores tampoco estuvieron muy allí y demostraron su falta de ideas. Isaac y En-Nesyri apenas entraron en juego con el balón y las ocasiones brillaron por su ausencia.
En el 20', Nyland salvó a su equipo con una providencial mano abajo. Centró Gayà desde la izquierda buscando a Yaremchuk, pero el remate del delantero ucraniano a bocajarro no fue certero y el meta despejó el peligro.
La falta de efectividad fue una constante durante los primeros 45 minutos. Ninguno de los dos conjuntos fue capaz de encontrar los espacios necesarios para generar peligro y la primera mitad finalizó tal y como comenzó, con el 0-0 en el marcador.
Fue el Valencia quien comenzó más incisivo en la segunda mitad. De hecho, metió al Sevilla en su propia área y dispuso de hasta tres ocasiones claras para ponerse por delante en el marcador. Yaremchuk estrelló su disparo sobre el cuerpo de Ramos, Hugo Duro cabeceó fuera por muy poco su cabezazo y, otra vez, el delantero ucraniano erró en el mano a mano ante Nyland una ocasión clarísima para colocar el 1-0 en el marcador.
Trató de animarse el Sevilla, pero la realidad fue muy distinta. Los de Quique Sánchez Flores no conseguían quitarse las marcas de sus rivales y le costaba muchísimo llegar al área contraria, por lo que, sin ocasiones, no hay goles y esa fue la verdadera realidad sevillista.
El reloj corría y la sensación sobre el césped fue de que ninguno de los dos conjuntos quiso ganar este partido. Muy conservadores ambos entrenadores y con la premisa clara hacia sus pupilos de que no había que correr riesgos.
El partido entró en su recta final y Peter Federico tuvo el gol en sus botas en el minuto 84. Sin embargo, el disparo del nuevo fichaje 'che' se perdió a la izquierda de la portería defendida por Nyland por muy poco. No sucedió mucho más y Soto Grado decretó el final de los 90 minutos con el mismo marcador con el que se arrancó allá por las 21.00 h de este sábado 17 de febrero del 2024.