Tres puntos de oro negro

El Villarreal lleva paso firme hacia la Champions. La victoria se quedó en La Cerámica en un partido en el que el Alavés solo pudo cambiar la historia en una jugada. Poco antes del 1-0, Kike García remató casi con el hombro un balón que, tras tocar Diego Conde, se estrelló contra el larguero. Ahí nacieron y prácticamente ahí murieron las opciones 'babazorras' de sumar algún punto este sábado.
Los locales, vestidos de negro en señal de luto y de recuerdo a los afectados por la DANA, empezaron con mucha presencia cerca del área rival. Hasta cinco saques de esquina seguidos tuvieron en los primeros 10 minutos, pero ese ritmo fue disminuyendo con el paso de los minutos. Sin embargo, el tanto de los de Marcelino llegó cerca del descanso, ya con su equipo amasando más balón que llegadas peligrosas.
Antes, en el 25', llegó el larguero referido anteriormente. Kike conectó un centro desde la derecha que tocó en Sergi Cardona y, pese a ser un remate a bocajarro, Diego Conde, con enormes reflejos, reaccionó, tocó la pelota y la mandó al travesaño. Ilias Akhomach respondió con un latigazo que repelió un rival que repetiría, con mejor resultado, unos minutos más tarde.
En el 38', Pépé recibió un balón en largo por la derecha que controló cerca de la línea de fondo. Tuvo que girarse y buscar ayudas más atrás. Y la encontró en Akhomach. El internacional por Marruecos se giró y sacó un zurdazo que clavó en el palo más alejado.
Esta buena noticia quedó entre dos malas. Kiko Femenía se marchó lesionado antes del tanto. Y poco después, fue Ilias el que no pudo seguir por problemas físicos. Pau Navarro entró por el primero, mientras que Marcelino prefirió arriesgarse a jugar con 10 desde el 44' hasta el +6 de añadido del primer tiempo para no quedarse con solo una ventana de cara al segundo tiempo.
Ya con Yéremy Pino en el césped, comenzó una segunda parte en la que el Villarreal sentenció, aunque con mucho suspense. Antes de ampliar el marcador, Pépé marcó dos tantos que no subieron al electrónico por fuera de juego. El primero, en el 58', lo anotó al aprovechar un rechace de Sivera, que le sacó una buena mano a Ayoze. El segundo, en el 63', tras encontrar la zona aledaña a la escuadra con un perfecto zurdazo desde la frontal. Pero ninguno valió.
Los amarillos (hoy negros) apenas temieron por la victoria. De hecho, rozaron el 2-0 en el 66', con una ocasión en la que tuvo dos opciones y media de marcar. Ayoze tiró desde el perfil izquierdo, pero un defensa fue al suelo para interceptar el balón. El rechace le cayó a Gueye en el área chica, cerca del palo, y, tras amagar, buscó un centro-chut que también salvó el Alavés. En un nuevo rechace, Baena ya tenía la pierna preparada para disparar, pero la zaga le limpió la bola justo a tiempo.
En la recta final, llegó la sentencia. En el minuto 81, Parejo, tras un penalti por mano perfectamente visto en directo por el árbitro, atinó desde los once metros con una definición rasa a la izquierda del portero para poner tierra de por medio. Más pudo poner Baena, que quiso sorpender con una falta directa que se fue al lateral de la red, pero fue Santi Comesaña, ya en el 90', el que cerró el encuentro.
El ex del Rayo Vallecano, con un remate de primeras a la altura del primer palo, mandó a la red una asistencia de Bernat desde la izquierda. La jugada, que la originó Barri con una 'masterclass' de cómo utilizar el cuerpo en un delantero, fue la guinda de un partido en el que, sin demasiado alarde, el equipo de Marcelino se afianzó en una tercera plaza a la que parece pujar, esta vez en serio, el 'Submarino Amarillo'.