La Cerámica dejó a un lado las dudas y volvió a vivir una tarde como las de antes con su equipo. El Villarreal se mostró serio y sumó unos tres puntos merecidos ante un correoso Celta que no supo resguardarse atrás.
La atractiva propuesta de presionar muy arriba que impuso Carvalhal puede seducir a esos románticos del fútbol, pero ese fue el principal condicionante para que los vigueses ya perdieran por 2-0 en apenas 12 minutos. Pero Vayamos por partes.
A los dos minutos del choque, Jackson adelantó a su equipo en la primera llegada. Recuperación en campo propio de Lo Celso, que metió un pase en profundidad para el senegalés, que se plantó mano a mano ante Iván Villar y no perdonó para poner el 1-0. Reclamó falta Renato Tapia de Capoue, pero el colegiado no lo estimó oportuno.
Y es que, sin mostrar un buen juego sobre el terreno de juego, el Villarreal asestó otro golpe a su rival. Un pase de tiralíneas de Lo Celso a la espalda de la defensa dejó de nuevo solo a Jackson ante Iván Villar, al que dribló y anotó el 2-0 a puerta vacía.
Dos goles que sirvieron de sobre aviso para un Celta que se fue animando poco a poco. Óscar Rodríguez probó a Reina de falta directa y Cervi siguió haciendo diabluras por la banda izquierda ante un Foyth inoperante.
No obstante, en el minuto 24 pudo llegar la sentencia a favor del cuadro 'groguet'. Golpeó ligeramente Óscar Rodríguez a Yéremy Pino, que se dejó caer y el colegiado señaló la acción. Tras revisarse en el VAR, González Fuertes pitó penalti, pero Parejo se adornó más de la cuenta y, a lo Panenka, envió el esférico por encima del larguero.
Apenas cinco minutos después, el Celta recortó distancias por mediación de Larsen. Un pelotazo en largo, sin aparente destinatario, pero Larsen le ganó la carrera a Mandi. El delantero jugó con Cervi, pero su centro golpeó en un defensor. El rechace le quedo franco al noruego, que ajustó su disparo a la cepa del palo izquierdo de Reina y el 2-1 subió al marcador.
Fue mejor el conjunto de Carvalhal en la recta final del primer tiempo e incluso pudo forzar el empate, pero el marcador no se movió. Los segundos 45 minutos comenzaron con ese arreón de genio y coraje de los visitantes, que acecharon mucho más la meta defendida por Reina.
El choque dio un bajón en cuanto a intensidad y ocasiones. Algo que se encargaron de remediar Iago Aspas y Gabri Veiga con su entrada al terreno de juego. Los dos futbolistas parecen tener una conexión especial y todo el peligro en ataque del Celta salió de sus botas.
Sin embargo, en el 70', el Villarreal se volvió a aprovechar de lo que tan bien le había salido a lo largo de todo el choque. Contragolpe letal del 'submarino amarillo' que comenzó Baena, jugó con Pino y este se la dejó en bandeja para Terrats, que llegó desde atrás y ajustó su disparo a la cepa del palo derecho de Villar para colocar el definitivo 3-1.
El conjunto 'groguet' dio un paso atrás y trató de defender su ventaja, mientras que el Celta se negó a perderle la cara al partido por complicado que estuviese. Aun así, el marcador no se movió más y los tres puntos se quedaron en La Cerámica, en una nueva demostración de que no hay que enamorar para ganar, sino jugar con tus armas y ser capaz de sacarles rédito.