La fiesta de fin de curso

El telón de la Primera División Española se bajó para Villarreal y Sevilla en La Cerámica. Un partido sin nada en juego y que sirvió de despedida para algunas figuras de ambos conjuntos. Eso sí, la alegría fue para el 'submarino amarillo', que goleó y se llevó la última alegría de una campaña que ha dejado muchas. Por su parte, los de Caparrós no hicieron méritos para ganar y echaron el cierre a un año, de nuevo, para olvidar y marcado por la inestabilidad tanto institucional como deportiva.
El feudo amarillo fue una fiesta, antes y después del pitido inicial. Primero, con los distintos homenajes a los jugadores 'groguets' destacados en este curso. Después, con un 2-0 en apenas 8 minutos. Pero vayamos por parte.
El encargado de abrir la lata fue Yéremy Pino en el minuto 4. El extremo se aprovechó de un mal despeje de Kike Salas, se acomodó la pelota y la mandó al palo largo de Álvaro Fernández, que no pudo hacer nada para evitar el 1-0. Cuatro después, Pape Gueye sacó a pasear su cañón y finalizó la jugada con un disparo seco y raso, inalcanzable para el meta de Nervión.
La ventaja no hizo a los de Marcelino bajar el nivel y siguieron acumulando llegadas al área rival. De hecho, Pape Gueye pudo firmar su doblete poco después, pero, esta vez, Álvaro Fernández le sacó con el pecho un disparo a bocajarro.
El 'submarino amarillo' necesitaba muy poco para generar peligro a su rival, aunque el Sevilla, poco a poco, se fue viniendo arriba. Así, al filo de la media hora, Sow recortó distancias tras rematar al fondo de la portería un centro niquelado de Suso desde la izquierda.
Sin embargo, en La Cerámica aún faltaba por aparecer un protagonista destacado y que ha dado muchas alegrías este curso. Y, como no, lo hizo con un golazo acorde a su calidad. Sin duda, este es Álex Baena. Recibió el centrocampista dentro del área, dejó en el sitio a Kike Salas y definió a placer ante Diego Conde. Pareció hasta fácil.
La segunda mitad arrancó y el Sevilla tuvo algo más de protagonismo. Esto se debió, en parte, a que Caparrós dio entrada a Lukébakio, el mejor futbolista del cuadro hispalense este curso, y que tardó muy poco en demostrar su calidad para alzar el ánimo del Sevilla. Tuvo la primera en el 47', pero su chut pegó en el lateral de la red. Después, filtró un gran balón para que el disparo de Agoumé lo sacase Diego Conde con un chut a bocajarro.
Había salido guerrero el Sevilla, pero, cuando mejor estaba, el Villarreal le asestó otro golpe. La luchó Barry en el área y se la dejó en bandeja a Pape Gueye, que remató a bocajarro y volvió a batir a Álvaro Fernández para firmar el doblete en su cuenta particular.
No bajó la intensidad el conjunto 'groguet', que se lo estaba pasando bien, estaba disfrutando y quería hacerle pasar una buena tarde a su afición. Así pues, las ocasiones siguieron llegando para el lado local, mientas que los hispalenses estaban a la espera de ver si podían enganchar algún contragolpe y generar peligro.
La tuvieron los de Caparrós en un mano a mano de Juanlu frente a Conde, pero el meta madrileño aguantó hasta el último segundo y consiguió detenerlo. El choque fue entrando en sus últimos minutos de juego y la relajación del Villarreal se tradujo en ocasiones para el Sevilla. Así, y tras varios intentos fallidos, erl canterano Ramón Martínez puso el 4-2 con algo de fortuna. Un disparo desde la frontal, que pegó en Logan Costa y despistó a Diego Conde, que no pudo hacer nada para evitar el 4-2.
Y apenas pasaron unos segundos cuando el 4-3 subió al marcador. Eso sí, este fue anulado por un fuera de juego milimétrico de Lukébakio, que se quedó solo ante Diego Conde y definió muy bien, aunque no le valió para nada.
El partido entró en su recta final y la reacción sevillista se quedó en nada. De hecho, el Villarreal pudo poner la sentencia con el quinto, pero el disparo cruzado de Pedraza fue repelido por Gerard Moreno. Así se llegó al final del tiempo reglamentario y de la temporada para Villarreal y Sevilla, que fueron el día y la noche en un año lleno alegrías para unos, y de tristezas y torpezas, para otros.