Londres, abril de 1937. El Arsenal iba a protagonizar un partido amistoso que pasaría a la historia por ser el primer encuentro televisado de la historia.
Un duelo entre los 'gunners' y su propio equipo de suplentes fue retransmitido por la televisión británica. El evento se convirtió en un acontecimiento espectacular.
Desde entonces, empezaron a retransmitirse encuentros oficiales, hasta la llegada de la televisión a los Mundiales y al imperio que rodea hoy día al mundo del fútbol.