A finales de julio de 2003, el Real Madrid legó al sur de China con la presencia de David Beckham en la expedición. El británico, tal y como le ocurrió durante toda su carrera deportiva, levantó pasiones.
Eran los primeros días del futbolista en el cuadro blanco y en Asia causó un revuelo terrible su presencia. Llegó con nuevo look y nuevo dorsal: el '23'.
Abandonó el '7' que había portado durante su etapa en el Manchester United y que en el Madrid llevaba un peso pesado -y capitán- como Raúl González. A algunos comerciantes les pilló por sorpresa el intercambio de números.
"Cuando leí que Beckham iba a llevar el '23' y no el '7' trate de conseguir camisetas, que eran réplicas, con ese número. Fue imposible, se me habían adelantado. Daba igual lo que ofreciera, no hubo manera", dijo en su momento Zhong Baohua a 'CBS'.