Cuando el Barça fichó al mejor del mundo gratis

La temporada 1993-94 fue la última en la que el 'Dream Team' de Cruyff pudo disfrutar sin lágrimas. El equipo ganó la Liga de manera increíble y se plantó en la final de la Champions League ante el Milan en Atenas. El 4-0 encajado ante el conjunto de Capello comenzó el declive de un equipo que sería una sombra de sí mismo un año después y que quedaría totalmente disuelto dos temporadas después, cuando Cruyff fue despedido y se dio paso a la era Robson-Van Gaal.
Pero durante la mencionada campaña aún pudieron vivirse grandes partidos de los 'culés'. Aquel 5-0 al Real Madrid en el Camp Nou, un espectacular 8-1 a Osasuna también en el campo azulgrana... y en toda la temporada el Barça tuvo un protagonista indiscutible: Romário Da Souza Faría.
El brasileño llegó procedente del PSV en 1993. Llevaba varios años a gran nivel en Europa, pero sería la campaña 1993-94 la que terminaría por encumbrarle, con el premio añadido del espectacular Mundial de Estados Unidos con Brasil.
Pues bien, Romário estuvo cerca de no recalar en la Ciudad Condal. El Barça siempre lo quiso y Cruyff no le ocultó a Minguella que estaría dispuesto a hacerle un hueco en el equipo. "Éste es muy bueno, pero no te lo venderán barato", le dijo el técnico al agente.
"Así que me puse en contacto con Núñez, presidente del Barcelona, y le expliqué la operación", desveló Minguella. "El presidente me contestó que no había ninguna opción de fichar a Romário, que no podíamos fichar a nadie por una cuestión de presupuesto. Estaba en guerra con Cruyff y fue una manera más de presionarle", continuó el agente.
Entonces, Minguella se puso manos a la obra para conseguir financiación para el fichaje. El PSV quería unos 300 millones de pesetas (2 millones de euros), una cantidad bastante alta de la época, y ofreció a 'TV3' una serie de amistosos para costear la operación.
"Hablé con ellos y les dije: '¿Por cinco o seis amistosos del Barcelona, cuánto podéis pagar? Me dijeron una cantidad con la que se cubría el fichaje y aún el club ganaba algo de dinero. Así que le expliqué la operación a Núñez y dio el visto bueno", concluyó Minguella.
El agente consiguió entonces que uno de los futbolistas más carismáticos de la historia reciente del Barcelona actuara en el club. Y encima, a coste cero.