Pese a que un partido disputado por equipos juveniles en Bucarest podría parecer algo intrascendental, lo cierto es que ha adquirido una importancia de niveles inimaginables debido al contexto en el que se disputó.
El Dinamo de Kiev-Sporting CP de la Youth League supuso el primer partido jugado por un equipo ucraniano desde que Rusia comenzó la invasión de este país el pasado 24 de febrero.
Dadas las circunstancias, el choque se disputó en la capital de Rumanía por razones obvias. El estadio Giulesti-Valentin Stanescu de Bucarest fue testigo de este hecho histórico. Respecto a lo meramente futbolístico, muy pronto se le puso de cara el encuentro a los portugueses.
Diogo Cabral puso el 0-1 cuando ni siquiera se había cumplido el segundo minuto del partido. Tras una buena pared, el atacante definió con un zurdazo raso. Pocos minutos después, él mismo se encargó de establecer el 0-2.
Esta diana fue realmente similar. Volvió a coger el balón en banda derecha, recortó hacia dentro y, de nuevo con la izquierda, dejó la eliminatoria casi sentenciada. Brazhko recortó diferencias nada más comenzar la segunda parte, pero resultó insuficiente para evitar la victoria lusa.