Han pasado prácticamente ocho años desde que España levantara la Copa del Mundo en Sudáfrica. Dos ciclos mundialistas en los que Andrés Iniesta se ha cansado de ganar títulos y en los que se ha convertido en todo un referente del Barcelona tras heredar el bastón de mando de Xavi en 2015.
Sin embargo, el propio jugador manchego no parecía tenerlas todas consigo justo antes del Mundial. "Me dijo que estaba acabado", explicó Michael Robinson. "Venía de una lesión, no terminaba de encontrarse... por eso fue maravilloso que marcara él el tanto de la final", añadió el inglés.
"Me dijo: 'Soy el clásico futbolista que ha llegado al Barcelona, ha tenido 18 meses muy buenos y ya no sirve para más'. Es una gran persona y es adorable, así que por suerte se equivocó", insistió Robinson.
El resto de la historia es conocida. El jugador cerró un gran Mundial con España y se convirtió en el héroe al anotar el tanto de la victoria ante Holanda en la prórroga de la final. De vuelta a Barcelona, todo le fue rodado desde entonces.
19 de febrero de 2018