El pitido final a la 2018-19 pondrá fin a varias de las carreras más despampanantes de los últimos tiempos, de la historia del fútbol. Los años pasan para todos y, aunque la mayoría de jugadores intentan alargar sus carreras lo máximo posible, llega un momento en el que hay que echar al freno. Bien lo sabe Xavi, también Van Persie o Cech.
El de Tarrasa dejará atrás una trayectoria de leyenda, épica. Memorable. Base del mejor Barça y la mejor Selección Española de todos los tiempos, el cerebro que todo lo dirigía. Es uno de los mitos que cuelga las botas, como también hará Van Persie. El neerlandés, en su último choque en casa con el Feyenoord, fue honrado como merecía.
Delantero total, fino, gran cabeceador. Un auténtico tormento para las defensas. Como lo fueron Robben y Ribéry, que ejemplifican el cambio generacional de un Bayern que afronta el futuro llorando, con nostalgia, por su pasado. El zurdo dejó caer que puede colgar las botas, mientras que el francés intentará una nueva aventura.
Otro de los que anunció su retirada fue Petr Cech, un maestro bajo palos. Puede aún levantar un último título, la Europa League. Sería un broche de oro para una referencia del fútbol checo y de la Premier League. Sus años en el Chelsea, de época.
Y quién sabe si alguno más dirá adiós por el camino, el verano es muy largo y las piernas comienzan a pesar más que nunca. Se irán, pero lo harán con el deber más que cumplido. Serán recordados durante años, décadas, ellos fueron los mejores.