Cuando ni tu segundo se fía de ti: así es Petrescu

Todo ocurrió tras un choque fortuito de uno de sus futbolistas con un rival. El jugador del Viitorul Constanta cayó al suelo y el árbitro paró el encuentro, señalando falta en contra del equipo de Petrescu.
El técnico rumano no compartió la decisión del árbitro y se levantó del banquillo como un resorte para protestar. Lo hizo aplaudiendo y mirando, mientras levantaba la cabeza, al árbitro.
Al ver la reacción del técnico, uno de sus ayudantes se levantó y le hizo bajar los brazos con un pequeño manotazo. El propio Petrescu, consciente de que pudo haberle ahorrado la expulsión, no respondió al gesto de su segundo y se fue al banquillo de nuevo.
6 de julio de 2019