Se temía por el 'Efecto 2000', desde el Gobierno se decía que España "va bien" y los 'Clásicos', aunque parezca mentira, todavía se emitían en abierto. No fue el caso del Barcelona-Real Madrid de aquel 13 de octubre.
Cuatro goles, penaltis no pitados, insultos al árbitro y expulsiones... y el dedo en la boca de Raúl. Dos equipos que no vivían sus mejores momentos por entonces se daban cita en el Camp Nou y libraron una batalla coronada por el segundo tanto del '7' blanco.. Al Madrid lo entrenaba John Benjamin Toshack, al Barcelona lo dirigía Louis Van Gaal. A final de la campaña, los 'merengues' eran campeones de Europa, los 'culés' se quedaron inéditos.
Adelantó Raúl al conjunto blanco. Jugada de Savio por la izquierda, centro y cabezazo del ahora entrenador del Castilla en el primer palo. Dos minutos después, Rivaldo empataba con un disparo desde la frontal. Y todo en media hora.
El partido empezó a calentarse, se pidió un penalti de Sergi por mano que Díaz Vega no castigó. Al que sí castigó fue a Patrick Kluivert, que descargó su furia sobre el mítico árbitro asturiano y vio la roja directa. Por entonces el Barcelona ya ganaba 2-1, gracias a un golazo de Figo que se había ido de todo rival que le salió al paso y disparó desde la frontal. Pocos meses después vestía la camiseta del eterno rival.
Y emergió Raúl a cinco minutos del final. Convirtió un balón filtrado de Salvio en una sutil picadita que sorteó a Hesp y que Reiziger no pudo despejar. Lo siguiente fue ver al '7' mandar callar al público del Camp Nou. Una imagen nunca vista hasta la fecha.
"Fueron las circunstancias de ese momento, de ese partido. Está claro que esa imagen, esa fotografía ha quedado para la historia. Pero mi relación con compañeros del Barcelona, el club y la afición ha sido de gran respeto. Sin embargo, hay momentos que en el terreno de juego, la tensión... me dio por hacer eso. Ha quedado ahí. Lo dejo como algo anecdótico", señaló Raúl años después.
La portada de 'Marca' del día siguiente forma parte de aquel icónico episodio.