El veterano Somália vivió una de las situaciones más inauditas vistas en el mundo del fútbol. Actualmente se encuentra sin equipo, pero durante su etapa como jugador de Botafogo en 2010 llegó a fingir un secuestro tras faltar a un entrenamiento.
Así lo recoge el diario 'A Bola'. El futbolista brasileño vivía por aquel entonces una de las mejores etapas de su carrera futbolística.
Sin embargo, una noche de fiesta fue el desencadenante de la situación. Así lo desveló el mismo jugador, que faltó al entrenamiento del día siguiente, excusándose con que había sido asaltado y secuestrado.
La policía no reveló los resultados de la investigación, pero descubrió rápidamente la verdad gracias a unas cámaras de vigilancia. Somália llegó a las cinco de la madrugada a casa y escondió las joyas en el garaje para afirmar que fueron robadas.
El club brasileño descubrió lo ocurrido. No obstante, nunca salió a la luz. Desde aquel episodio, Somália no volvió a jugar con Botafogo, marchándose cedido en varias ocasiones.