Sudáfrica, 2010. Xabi Alonso, a menos de dos horas para la semifinal del Mundial, se hace un corte profundo en la rodilla porque se rompe la mampara de su ducha. Entra en pánico, aunque mantiene la cordura lo suficiente para contactar con el médico de la Selección Española. Unas horas más tarde, celebraría el pase de 'la Roja' al gran torneo internacional.
Es la historia que contaron él y el doctor que le ayudó, Juan José García Cota, en 'El Larguero', programa de la cadena 'SER'. "La sangre siempre impacta, pero, en este caso, lo que me impactó fue ver mi rodilla con un tajo de lado a lado del que asomaba la grasa adosada a la piel y tejido muscular. El único dolor que sentía era interno. Adiós a la semifinal y a la final del Mundial. No me lo podía creer. El ataque de pánico y angustia que sufrí seguramente me impidió echarme a llorar", dijo el ex jugador.
"Cuando entro en la habitación, encuentro a Xabi pálido y desencajado, casi en 'shock'. Era totalmente la escena de un crimen. Solo acertó a decirme implorando: 'Doctor, por Dios, haz lo que quieras, pero tengo que jugar'. Aún retengo sus palabras en la cabeza. Mi cabeza me decía que era imposible que Xabi pudiese jugar y que debía informar al seleccionador", apostilló el médico.
"Fue una pelea entre la cabeza y el corazón. Tuve muchas dudas de si contarle lo que había sucedido a Vicente y aún las sigo teniendo. No sé si hice lo correcto, pero me decanté por el herido. Digamos que la mirada de Xabi ganó a la razón", añadió. Xabi comentó además: "Lo de Cota fue increíble. Para mí, es Dios. Aún hoy, no sé cómo, hora y media después, estaba jugando la semifinal de un Mundial".