Cuatro años del 6-1 al PSG: cómo pasar del 99% de fe a la resignación

Un 8 de marzo pero de 2017, el FC Barcelona conseguía una hazaña de las que no se olvidan. Un milagro como el que necesitará para volver a remontarle al Paris Saint-Germain. Entonces la vuelta fue en el Camp Nou, esta en el Parque de los Príncipes. Ahora se busca recuperar un 1-4, entonces fue el 4-0.

Aquella vez, el ambiente en 'can Barça' era muy distinto. Se venía de un periodo exitoso y el PSG vapuleó al equipo de Luis Enrique en París. Di María y Draxler definieron en la primera parte y en la segunda, el argentino y Edinson Cavani pusieron la puntilla a un Barça desarbolado.

Nada funcionó. La 'msn' no rascó bola, el Umtiti que asomaba como unos de los mejores centrales del mundo se vio superado y a Luis Enrique le faltaron argumentos. Pero se creó un ambiente de remontada que sí propiciaban el entorno y la situación del equipo.

"1% de posibilidades, 99% de fe" rezaban los carteles que Nike colocó por toda Barcelona con Neymar Jr. como emblema. Tras ganar dos Ligas y una Champions League, ese grupo se sabía con el valor suficiente para meterle mano a un PSG que siempre había sido decepcionante en Europa.

Tras un recibimiento espectacular y con un Camp Nou hasta la bandera, la remontada se respiraba en el ambiente. Y el gol a los tres minutos de Luis Suárez ante una defensa hecha un flan evidenciaba que a los de Unai Emery les iba a quedar aquello muy grande.

Kurzawa se metió en propia el 2-0 poco antes del descanso. El marcador era corto, pero Messi metió el tercero en un penalti polémico (como tantas otras acciones) antes de que Cavani recortara distancias. Y por suerte para el Barça, Neymar asumió el mando.

Aquella noche fue la de la consagración del brasileño. Ese 8 de marzo, Neymar dejaba claro que podía suceder a Messi en el Barça, aunque al final lo que hizo fue convencer al PSG de pagar su cláusula de rescisión y llevárselo tras un capítulo de verano lamentable.

Marcó Neymar en el 88', de penalti en el 91'... y Sergi Roberto se convirtió en héroe. Un balón del brasileño lo empujó el canterano. El Camp Nou enloqueció, Messi dejó una de sus icónicas imágenes en pie ante la afición. Lo que vino después ante la Juve pudo empañar el milagro, pero con el tiempo se ha valorado por sí solo.

Del ambiente de remontada a anteponer la imagen al resultado

Cuatro años después, el Barça se ve ante la necesidad de repetir la heroica contra el mismo rival. Pero sin público y en una situación institucional y deportiva distinta, el ambiente parece mucho más apagado. Y eso que Joan Laporta, elegido el domingo como presidente, ya ha dado varias arengas.

Este mismo lunes, en su primera visita a la plantilla, Laporta animó al grupo. "Creo en la remontada y sé que sois capaces de hacerlo, pero sobre todo, sé seguro que vamos a ir a competir allí", asegura 'AS' que dijo el mandatario.

Del once del 6-1 quedan Ter Stegen, Piqué, Umtiti, Busquets y Leo Messi. Jordi Alba se quedó en el banquillo y Sergi Roberto salió en la segunda parte. De ellos, el alemán, el '5', el argentino y el lateral son los únicos que estarán disponibles para jugar este miércoles.

Lo que más desmotivó fue cómo se dio el 1-4 de la ida, inapelable, ante un rival maduro y que nada tiene que ver con el de hace cuatro años. El paseo de Kylian Mbappé retumbó por toda Europa y contener su arsenal, ante una defensa de circunstancias con Lenglet y Mingueza como únicos disponibles (a la espera de Araujo), es una tarea muy, muy difícil.

Es trabajo de Ronald Koeman hacer creer a su plantilla. No habrá 'culés' que reciban a golpe de bengala al Barça, no tendrá acompañantes en el Parque de los Príncipes. El Barça se tendrá a sí mismo y a los argumentos del neerlandés, quien empieza a sentar las bases de la reconstrucción.

De hecho, en Barcelona se entiende que la imagen será lo más importante este miércoles. Se está formando un grupo con los Mingueza, Trincao, Ansu Fati, Ilaix, Riqui Puig y compañía. No será tanto una cuestión de obrar el milagro como de dar señas de recuperación. Tras el suicidio del 2-8, el renacer azulgrana empieza por París.