A partir de los octavos, a las selecciones se les acabaron 'las vidas'. Los errores, se pagan. No hay margen de maniobra. Y cuando un partido comienza con dos goles en cuatro minutos, queda claro que los 86 restantes serán a muerte.
Dinamarca dio la sorpresa al anotar el 0-1 cuando apenas el marcador había descontado unos segundos. Mathias Jorgensen hizo el primero para los nórdicos, pero la alegría en el cuadro danés duró poco.
1 de julio de 2018
Exactamente, tres minutos más, los que necesitó Mario Mandzukic para igualar la contienda y poner el 1-1 en el electrónico de Nizhny Novgorod.
1 de julio de 2018
Si Jorgensen embocó un balón suelto en el área, Mandzukic también se aprovechó de una concatenación de errores para anotar. Un despeje pegó en la cara de un rival y el balón le cayó franco al croata para empatar.
Los nervios están a flor de piel, sobre todo en las defensas, algo que ha quedado patente con este arranque.
1 de julio de 2018