Fue el Atlético en Cádiz como el compañero de trabajo tímido que se suelta ya a altas horas de la noche en la cena de empresa. Cuatro tragos necesitó para que la versión sosa, tímida, ramplona y rácana de un primer tiempo que acabó sin tiros a puerta se transformase en la recta final. Bailes, cantes, corbata a la cabeza y alegría a raudales confirmaron que, en esto del fútbol, ya nada sorprende.
Empezó mejor el Cádiz. Ni un minuto había pasado cuando un error de Giménez desencadenó una llegada por la derecha que tuvo que abortar 'in extremis' Llorente en el área. Fue una señal del mal inicio 'colchonero', aunque la siesta de los visitantes se disipó con el paso de los minutos.
Diez minutos le duró la superioridad a los locales. Los visitantes espabilaron y se agarraron a la lógica, que no era otra que dominaran, aunque tampoco se esperaba del partido una locura de ataques, espectáculo, idas y venidas. Y así fue el primer tiempo. Solo el primer tiempo, eso sí.
El paso adelante del Atleti le metió en campo contrario y le hizo dueño de la bola. Carrasco pisó área y, tras regatear, se topó con un defensa en el primer intento de los del Cholo. Poco después, en el primer córner del partido, Hermoso remató solo para que salvase Haroyan y el rechace, mal despejado por Espino, lo mandó por encima del larguero Savic.
Se repuso el Cádiz de esa mejoría de su rival y al menos respiró con alguna salida que acabó en centros sin éxito que atrapó Oblak. Sobrino estuvo algo más activo que la media, aunque ni él ni el Choco tuvieron demasiado que echarse a la boca.
Marcos Llorente fue de lo mejorcito del Atleti en el primer tiempo, pero sin alardes. El '14' apuró línea de fondo por la derecha en varias ocasiones, aunque tampoco supo ni pudo convertir esa presencia en ocasiones claras para los suyos.
A los 33 minutos, Simeone tuvo que retirar del campo a Giménez, que se quejó de unas molestias, y dio entrada a Felipe. Y poco después, llegaron las mejores ocasiones para cada uno de los dos equipos.
En el 36', 'Pacha' Espino se asomó a la frontal y soltó un zurdazo que se marchó cerca del palo de Oblak. Y dos minutos más tarde, respondió el Atleti con la mejor del primer tiempo: Luis Suárez recibió solo delante de Conan, pero remató demasiado alto cuando le bastaba con empujarla.
Fueron las últimas acciones reseñables del primer tiempo en un Nuevo Mirandilla que, a buen seguro, ha podido albergar unos minutos de fútbol más eléctrico y con más ritmo que este en cualquier pachanga de final de curso.
La clásica del Atlético
Que el Atlético de Madrid se marche al descanso a cero, sin hacer un partido vistoso y que se ponga por delante en la segunda parte es de todo menos una sorpresa. Su estilo, criticado por unos, defendido por otros y muchas veces respaldado por los resultados, volvió a dejarse ver en Cádiz.
Empezó mucho mejor el segundo tiempo el equipo 'colchonero'. Tuvo varios saques de esquina seguidos y en uno de ellos, Savic firmó el primer tiro a puerta. Un cabezazo del central hizo trabajar a Ledesma, quien desvió un balón que se le complicó tras botar en el césped.
Y poco después, llegó el 0-1. El Cádiz respiró entre medias con un remate desviado de Cala en el área, pero pasó del ¡uy! al llanto en pocos minutos. Carrasco encontró la cabeza de Lemar con un centro medido desde la izquierda que no desperdició el francés. Le ganó la posición a Espino y solo tuvo que poner la testa para romper el 0-0.
Pudo el propio Lemar resolver el partido siete minutos más tarde. Se plantó solo ante Ledesma en un buen contragolpe de su equipo, pero el portero le ganó la partida en el mano a mano y evitó el 0-2 y su doblete.
El castigo podría haber sido doble para el francés si Jonsson, en un balón mal despejado en el área por el Atleti, llega a rematar con más acierto un minuto más tarde. Pero el centrocampista mandó la bola alta, un error que permitió a los del Cholo sentenciar.
A este Atleti nos lo han cambiado
La ocasión de Jonsson ocurrió en el minuto 67. Y en el 92' que acabó el partido, el marcador reflejaba un 1-4. Es difícil imaginar un marcador así al recordar la primera mitad, pero en ese momento, el soso y tímido Atlético acabó atrayendo todas las miradas, aplausos y fotografías en el centro de la pista.
Llegó el 0-2 a los 70 minutos de partido. Griezmann definió de primeras en el punto de penalti tras la enésima llegada de Llorente a línea de fondo por la derecha. Comenzaba el Atleti a gastar el dinero cuando llegaba al área y no a pensárselo dos veces mientras se agarraba el bolsillo como en otras ocasiones.
Ni seis minutos pasaron para que Correa, que había entrado poco antes, se sumase a la fiesta. El argentino transformó una buena jugada coral de los suyos en el 0-3 al batir a Ledesma con un remate pegado al primer palo. Parecía que sería la sentencia. No teníamos ni idea de lo que aún quedaba.
Oblak empañó el festín de los suyos con un gol difícil de explicar. El Cádiz logró el 1-3 en un centro del Choco Lozano desde la derecha que dio en Carrasco y se envenenó. Oblak saltó cerca del palo, pero, inentendiblemente, midió mal y la bola acabó en el fondo de la portería.
Sin apenas un minuto para respirar, Cunha arregló la cosa con el cuarto. El brasileño superó a Conan con un duro remate alto que hizo olvidar la pifia de su portero y cerró una recta final no apto para los más fieles del cholismo. Con la victoria, el Atlético recupera buenas sensaciones tras el tropiezo de Champions, mientras que el Cádiz se queda en la zona peligrosa y con Cervera con algunas críticas tras los últimos partidos.